De Pedro Miguel para Pedro Leonel.

 

 Pedro Miguel y Pedro Leonel son dos nombres muy parecidos, tanto, que contienen el mismo número de letras y además riman. Aun así, difícilmente se podría pensar en alguna forma de relación entre ambos, habiendo nacido con más de una centuria de diferencia y en dos países muy distantes. Difícilmente, al menos hasta el 22 de febrero de 2017.

 Pedro Miguel Obligado fue un poeta argentino, que vio la primera luz en Buenos Aires en 1892, y murió allá mismo en 1967. Gracias a la exquisitez de su poesía llegó a ser considerado como “uno de aquellos piadosos enfermeros para el mal profundo, que quizá no se hallen entre los más célebres, pero sí entre los más queridos”.

 Con lo más selecto de su producción literaria se editó el libro Antología Poética, en cuyas páginas se incluye un bello poema titulado Sabiduría. En él se resume el largo viaje de una vida, cuando ya se acerca a su fin y lleva consigo la ciencia del cansancio, como un tesoro demasiado grande. Este libro se terminó de imprimir el 22 de octubre de 1953.

 61 años más tarde en Chetumal -el 26 de octubre de 2014-, habría de nacer Pedro Leonel, uno de los millones de inocentes que a diario llegan a un mundo hostil en extremo; un lugar que, hace tanto tiempo, dejó de ser lo ideal para forjar un destino sano de cuerpo y espíritu.

 Y como hoy es frecuente, con sólo dos años y dos meses pudo conocer el dolor del abandono, al verse lejos de sus padres por 120 días. Por fortuna todo ha quedado atrás, y solo en el devenir de una vida que comienza podrá verse algún día si la herida quedó del todo restañada.

 Será entonces cuando cobre sentido el pensamiento del poeta pampero; una vez que la rueda del destino haya ido por los viejos caminos rodando y desgastándose, pero agregando sabiduría a su cargamento.

 Quizá habrá llegado el momento de hacer un alto en el camino, para volver la mirada al pasado y “Saber, al fin, que no hay un sitio, donde nuestra felicidad fuese bastante”.

 

¡Qué descanso volver de los caminos que no conducen a ninguna parte, y aprender la lección de cada día, como los girasoles de la tarde!

Primavera 2017

 

Autor: Francisco Bautista Pérez. Chetumal, Quintana Roo, México.

bautistaperezf@yahoo.com.mx

 

 

 

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