No es de cuentitos.

 

Durante gran parte del año pasado, en una radioemisora de la Ciudad de México, se difundió una campaña para conjuntar a los mexicanos para mejorar al país. En un anuncio breve, se invitaba a la gente para que a las doce del día, generaran pensamientos de paz, progreso y buenas vibraciones para que las cosas cambiaran en todos los niveles. No recuerdo que alguna organización se responsabilizara por dicho evento, pero el tal anuncio se escuchaba varias veces durante el día.

Como otras campañas radiofónicas, ésta, también se fue. No sé si se haya logrado alguna mejoría; pues continúa la violencia, la impunidad campea por doquiera y la delincuencia sigue haciendo de las suyas…

En lo transcurrido de este año, puedo mencionar lo siguiente. La nueva campaña para justificar "El gasolinazo..." Por supuesto, se nos dijo que, los precios de la canasta básica no tendrían por que subir, pero, que creen; sí se han elevado considerablemente. Bien, aludiendo a tratar de explicar estas alzas constantes, se nos dice que, "...se acabó la gallina de los huevos de oro..." Como si bastara con echar mano a esa partícula reflexiva para ocultar: el ostentoso gasto del gobierno; las canonjías sin número de los dirigentes sindicales de la empresa petrolera. La enorme corrupción característica de todo el sistema político. ¡Lástima, no se aprendió a "administrar la abundancia"! Aunque hay algunos millonarios, sí, esos que "han trabajado muy duro...."

Que el dólar ha subido, (no es que el peso se esté devaluando.

Que se importa el 85% (según el promocional oficial, indica un 52%), de la gasolina que se consume. Es verdad, se han dejado de construir refinerías y, bueno, qué se le va a hacer.

Cuando el presidente Peña, lanza el interrogante, "¿Ustedes qué hubieran hecho...?"

Como si solo se pudiera dar una única respuesta. (La de él.) Mas, a la multiplicidad que ya se ha dado por los duchos analistas, agregaría:

Haber indicado que se tenía soluciones prácticas para la ingente problemática del país. Por ejemplo, El presidente pone en la secretaría de relaciones exteriores, a su amigo Luis, y, él, con "la honestidad" que lo caracteriza, indica que va a aprender. Como si no hubiera verdaderos diplomáticos de carrera y no, todólogos. A saber, uno, que no minimice la situación de los connacionales en EE. UU., quienes están siendo deportados en gran número, según informan los diferentes medios de comunicación.

Pero el secretario de relaciones exteriores, insiste en que, además de vecinos, somos amigos. Ignora como mal aprendiz, que los Estados Unidos, en todo el mundo no tienen amigos, sino intereses.

Otra campaña es, la de "La gran unidad de los mexicanos". Mediante ella, según el anuncio, "todo lo podemos y enfrentamos cualquier reto; por supuesto, antes nos damos la mano... Desde luego, que requerimos unidad, pero no solo en mera palabrería propagandística; sino en una autoridad confiable, creíble y dispuesta a dar ejemplo de solidaridad y servicio a las mayorías de la sociedad.

Ah, también se nos dice que, si no se hubiese aumentado el precio de la gasolina, el país se habría endeudado; como si la deuda que ya se tiene, fuera pequeña o no existiera… O ni modo que, esa mañana el presidente se haya levantado con ganas de joder a México.

En el Décimo Parlamento de Niños y Niñas, convocado por el poder legislativo, celebrado en la Cd. Mx, del 13 al 17 de febrero. Ellos señalan, entre otras cosas: que se ponga en práctica algunas de sus propuestas. Y, que la reforma educativa, así como está, no toma en cuenta ni su presente o su educación.

El 13 de febrero de este año, en la ceremonia de La Lealtad, uno de los cadetes se desmayó. Ahora sí se podría acudir al chiste aquel, que decía: “No hay que hacer nada. Ellos se caen solos…” No se trata de aprovechar hechos fortuitos para señalar “caídas con honor”; sino desarrollar estrategias viables para solucionar problemas de la vida diaria.

Los "listillos" que no faltan, indican con cierta insidia: ¿Por qué se le exige todo al gobierno...? Mi respuesta es muy sencilla, porque me cobra altos impuestos, que deberían redundar en servicios de calidad para todos. Y, porque dijeron: ellos sí sabían gobernar.

 

Autor: José R. Romero González. Mexicali, Baja California, México.

Brumario09@gmail.com

 

 

 

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