Visita a Islas Ballestas en Paracas Perú.

Llegamos a Paracas luego de recorrer 260 kilómetros desde lima capital de Perú.

Contratamos una visita guiada a las islas Ballestas una reserva nacional con gran diversidad de animales en la provincia de Pisco.

En 1820, don José de Sanmartín, arribó a ese lugar para iniciar la independencia de Perú.

Al enfilarnos hacia el embarcadero, inició una finísima lluvia y Luis nuestro guía, nos dijo que éramos personas con mucha suerte pues en ése lugar, solo llueve 20 milímetros al año, claro que tomé la información con alguna reserva porque los guías quieren hacernos sentir únicos para que estemos contentos.

La embarcación tenía capacidad para 60 personas y habíamos 70 ¿Qué pasó? Una de las agencias reportó 13 turistas y quien tomó el dato entendió 3 pero rápidamente dirigieron a un grupo de 10 mexicanos a otra nave.

 Como en otros paseos, pensé que nos bajaríamos de la lancha pero estaba equivocado, solo se haría un recorrido por sus alrededores para no perturbar a los animales.

En el bote nos dieron chalecos salvavidas y nos pidieron que nos sentáramos e inició la aventura.

El viento quería arrebatarnos los sombreros y el frío intenso contrastaba con el aire caliente que tenemos en las playas costarricenses.

Viajábamos a 45 kilómetros por hora y estábamos a 20 kilómetros de distancia que salvamos en poco tiempo para disminuir la velocidad y dedicarnos a disfrutar de las maravillas de la naturaleza.

Iván nuestro capitán señaló los pelícanos y de inmediato los escuché.

Luis dijo que ellos tenían una bolsita pero que no era como la que mostraban en las fabulas, porque es retráctil y eso significa que mientras no la usen, no se podrá ver.

Sobre el oséano Pacífico ahora frente a nosotros, estaba una figura de 184 metros de alto y 57 metros de ancho.

No se sabe quien es su autor ni su significado pero la primera referencia aparece en un documento escrito en 1863.

Algunas personas relacionan la figura con una constelación, otros encambio, afirman que es el mapa de un tesoro pirata.

La teoría más aceptada, es que se trata de una obra realizada por los nazcas quienes trataron de representar a un cactus y yo pienso que son muy creativos para encontrar explicaciones.

El grupo se emocionó al aparecer un pingüino, luego otro y después uno más.

¿Qué hacen los pingüinos tan lejos de la Antártida?

Son residentes del lugar y se les conoce como los pingüinos de Junvol por una corriente marina fría que lleva ese nombre.

Bordeamos las islas y apareció un Buitre de cabeza roja que algunos confunden con el cóndor pero en esa zona no habitan esos imponentes animales.

 

A continuación apareció un lobo o león marino algo oscuro pero su color es por estar mojado.

Al fondo se escuchaba a un Lobo marino bebé que se ubicaba dentro de una cueva.

Un macho joven se acercó a tres hembras que disfrutaban de un descanso sobre una piedra para quitarles el campo pero al final se retiró.

El fuerte olor a excremento de ave, me recordó que es muy cotizada para emplearlo como fertilizante y de inmediato, Luis mostró algunas construcciones donde 400 personas que lo recogen viven por dos meses.

Dijo que el Guano es el mejor del mundo y nosotros tenemos la suerte de verlo y olerlo eso si no lo tocábamos o probábamos por accidente.

Seguíamos rodeados de lobos marinos que pueden vivir hasta 20 años con suerte porque la vida en el lugar es muy dura, también nos acompañaban, aves como el piquero peruano, los zarcillos, pingüinos, y una importante variedad de especies que tienen su hábitat en ese espacio del planeta.

Algunas personas buceaban para extraer pulpos, cangrejos y otras especies marinas que colocan en el mercado.

Una hora más tarde, regresamos al embarcadero para dirigirnos a otros parajes peruanos.

 

Autor: Roberto Sancho Álvarez. San José, Costa Rica.

robertosancho27@gmail.com

 

 

 

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