Retos de la implementación de la propuesta Modelo Educativo en México.

 

En el mes de julio del presente año, en un mar de turbulencias político-docentes derivado de la Reforma Educativa de 2013, se presentó la propuesta de Modelo Educativo de Educación Obligatoria (comprendida por los niveles de Educación Preescolar, Primaria, Secundaria y Media Superior) por parte del Secretario de Educación Pública. Dicha propuesta contiene tres documentos: Los fines de la educación en el Siglo XXI; Modelo educativo; y Propuesta Curricular. Para este artículo me centro en el segundo documento, Modelo educativo, dada que éste es la clave para identificar cómo se pretende la implementación de la propuesta curricular y, subsecuentemente, alcanzar los fines de una educación del Siglo XXI.

El documento de Modelo Educativo parece ir en la dirección correcta, en tanto que es un insumo para ampliar las acciones en torno a la Reforma Educativa de 2013, incorporando aspectos curriculares y escolares, y poniendo como eje principal el trabajo desde la escuela y la comunidad escolar, resaltando el trabajo de los supervisores (y en menor medida la de los Jefes de sector), así como la renovación del Plan Curricular tanto en Básica como en Media Superior, siendo el primer elemento innovador, en términos de visión del gobierno, la noción de un continuum, entre básica y media superior, lo cual es un avance en la construcción de un Modelo educativo acorde a las condiciones de obligatoriedad vigentes.

Aún y cuando este documento es el saque inicial para el diálogo, es necesario considerar desde su inicio, los problemas y estrategias para la implementación del mismo, ya que sin ello puede llegar a fracasar cualquier iniciativa de intervención, y más aún si el objetivo es “estructurar una nueva conjugación de los componentes del sistema educativo” dado que esto implica un cambio en la cultura educativa y escolar, desde el salón hasta las oficinas de los tomadores de decisiones, lo cual puede ser el reto más importante. Considerando que el tema de implementación, es por sí mismo un eje del Modelo, surge un conjunto de primeras preguntas para llevar a cabo el trabajo hasta las aulas.

Al ser un Modelo que presenta distintas áreas de intervención, desde aquellas de orden pedagógico, las de gestión, administración y de liderazgo, ¿cómo será el orden jerárquico con el que se realizará esta nueva conjugación de componentes, es decir, con qué componentes comenzar a trabajar? ¿Bajo qué justificación iniciar las intervenciones de este nuevo modelo?, ¿cómo se financiará su implementación? y ¿si habrá un nuevo esquema de asignación de recursos vigente o habrá cambios en este componente también?

A la par de consideraciones iniciales, fruto de los contenidos del documento, se presenta otra seria de consideraciones a nivel local, en particular el aspecto de infraestructura escolar como piso mínimo de la oferta educativa.

En el marco de un Modelo educativo interesado en “estructurar una nueva conjugación de los componentes del sistema”, y conscientes del gran reto que representa una reforma de esta envergara, así como de los posibles obstáculos (políticos, administrativos, financieros y culturales), se contempla, desde la perspectiva local, que dentro del primer conjunto de metas se proponga la consolidación de una normalidad mínima en términos de infraestructura escolar, donde todas las instituciones cuenten con baños/letrinas, bancas y pizarrón, ya que si el objetivo final es una educación de calidad, basada en los principios de equidad e inclusión, es imprescindible partir de un piso común en Pro de una justicia social.

Si bien, existen otros temas clave como la formación y evaluación de docentes, el contenido curricular y la autonomía escolar, y considerando que alcanzar la normalidad mínima en infraestructura representa por sí mismo un reto titánico, el proyecto de infraestructura puede contribuir a la reivindicación de las acciones de gobierno y de las instituciones autónomas, por lo que podría estar en el primer grupo de metas a concretar en la implementación del Modelo. Y Para ello, buscar intervenir desde el instituto e impulsar que programas como Escuelas al 100 sean totalmente efectivos (para evitar casos como este http://www.educacionfutura.org/encuentra-inifed-rezagos-en-implementacion-del-programa-escuelas-al-cien/?platform=hootsuite) y que se amplíen en el corto plazo.

 

Autor: Mtro. Daniel Cuellar Martínez. Tlaxcala, Tlaxcala. México.

daniel_cue_17@hotmail.com

 

 

 

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