Muchas veces,
lamentablemente, en lugar de vivir la realidad, la interpretamos; y, por
diversas causas, fallamos en tal apreciación. Para tratar de ejemplificar, nos servirá
el siguiente cuento, un tanto caricaturesco, está incluído en el libro de Ana
María Oliva, Lo que tu luz dice.
"Un investigador
estudiaba como una araña obedece las órdenes.
-le dice, —Araña, ven.
-Y la araña acude.
Le arranca una pata y le
dice, —Araña, ven. -Y la araña acude.
Y así sucesivamente le
va arrancando todas las patas; y cuando ya no le queda ninguna, le dice. —Araña
ven. Y la araña no acude.
Conclusión: Cuando a una
araña le arrancan todas las patas, se vuelve sorda."
Los siguientes dos
textos (entrecomillados) están en el libro del Dr. Deepak Chopra, El ser
superior. El poeta chino Guh Men, escribió las siguientes líneas:
"Diez mil flores en
primavera
la luna en otoño
y una brisa fresca en
verano
la nieve en invierno
Si tu mente no se nubla
con cosas innecesarias
esta, es la mejor
estación de tu vida."
Así, sin dudarlo,
disfrutemos el presente con su infinito aquí y ahora... En un sentido idéntico
un poema de Rabindranath Tagore nos dice:
"¿Qué es esta luz
que baila en el centro de mi vida?
Esta luz dorada que
baila sobre las hojas
Estas nubes perezosas
que navegan por el cielo.
Esta brisa pasajera que
deja su frescura sobre mi frente.
El cielo se abre:
el viento sopla con
fuerza;
la brisa pasa por la
tierra;
las mariposas despliegan
sus velas en el mar de luz.
Las azucenas y los
jazmines surcan en las crestas de las olas de luz:
La luz se esparce
convirtiéndose en oro
en cada nube y dispersa
joyas en abundancia;
La risa y la alegría se
esparcen de hoja en hoja;
El río de los cielos ha
devorado la ribera
y el torrente de alegría
se desborda.
Este torrente de alegría
no es otra cosa que AMOR.
El AMOR es la única
realidad.
No es un simple
sentimiento;
es una verdad que está
en el corazón de toda la creación.
Tagore, en el libro de
Chopra, Mente cuerpo mágico, también nos dice:
"No me di cuenta
del momento
en el que por primera
vez crucé el umbral de esta vida.
¿Qué fue esa fuerza que
me abrió el gran misterio
como un capullo en el
bosque a media noche?
Y sin embargo, cuando en
la mañana voltee hacia la luz
sentí en un instante que
ya no era un extraño en este mundo.
Que lo inescrutable, que
no tiene nombre ni contorno
Me había tomado entre
sus brazos en la forma de mi propia madre.
No obstante, al final,
lo desconocido
me parece como si
siempre lo hubiera conocido.
Y como amo esta vida
Sé que nunca le temeré a
la muerte."
Autor: José R. Romero González. Mexicali, Baja California,
México.
Maestro en Educación Especial, actualmente retirado del
servicio activo.