Una Líder Entre Dos Mundos.
En los últimos días
Panamá, ese crisol de razas, centro del mundo y corazón del universo, ha sido
objeto de noticias y es que la oleada de cubanos y africanos mantienen a los panameños
en vilo, pues tienen una meta común, superar los cierres fronterizos de
Nicaragua y Costa Rica para atravesar el resto del continente hasta llegar a
Estados Unidos, territorio donde suponen que alcanzarán el sueño americano. Sin
embargo, el tema de este artículo no es exactamente el origen de la crisis
migratoria, es la oportunidad de aprender de la historia de Rosario Marín y
como el ser humano es capaz de sobreponerse a situaciones extremas y convertir
su tragedia personal en ayuda para que otras encuentren la razón para seguir
viviendo.
Es descubrir a la mujer llena de valores,
sacrificio, coraje, a la mexicana apasionada, idealista y de una invariable
solidaridad por la causa de la Discapacidad y el tema migratorio. Como millones
de migrantes, la autora de Una Líder entre dos mundos, se define como ese
puñado de mujeres que no las amilana la adversidad de la vida. Convencida, como
yo, de que la educación es el vehículo de ascenso social más expedito y
eficiente, la piedra angular para el desarrollo de una nación.
Rosario Marín, fue el 41
tesorero de Estados Unidos, plasmando su firma en los dólares americanos, y
como tal se convirtió en el primer funcionario de origen mexicano en ocupar ese
cargo. Al llegar a ser la latina de más alto rango de la administración del
presidente Bush, venció los obstáculos que enfrentó como inmigrante y aseguró
su lugar en la historia de ese Estado.
Rosario, como lo hacen
hoy los cubanos , africanos y los miles de latinos que cruzan los mares para
alcanzar las oportunidades de bienestar, me enorgullece como mujer reconocer y
admirarla , en momentos en que se vive tanto cinismo, cuando hay tanto egoísmo
a flor de piel, cuando la rabia se ha apoderado de muchos, para mí resulta
reconfortante el ejemplo de esta mexicana, su desprendimiento, su lealtad, su
bondad, su cariño, pero sobre todo, por su posición de madre ante un hijo con
Síndrome de Dawn.
Una Líder entre Dos
Mundos, relata la cruda realidad de una migrante mexicana, su lucha por la
superación, la discriminación, la real postura de los Padres frente al manejo
de la Discapacidad. Por lo que en 1987, Rosario creó el grupo Fuerza para dar
apoyo a las familias hispanas con niños que padecen alguna discapacidad. No
obstante, su compromiso, le hizo ganar varios reconocimientos, entre ellos el
premio Rose Fitzgerald Kennedy, que recibió en 1995, de parte de la
Organización de las Naciones Unidas.
Estoy convencida que
alguien que es buen hijo es buena pareja, buen padre, buen amigo, buen
ciudadano, buen todo. Porque la bondad no es más que amor. Eso representa
Rosario Marín, con su esfuerzo, sacrificio y proceder es modelo de que cuando
se quiere se puede, haciendo todo legal desde su residencia en los Estados
Unidos, labrándose una profesión y así
alcanzar el codiciado Sueño Americano. Me ha llenado de razones para tener fe y
esperanzas; quiero seguir creyendo que el amor es la gran fuerza que mueve al
mundo.
Autora: Elodia Magdalena
Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.
Comunicadora social.