Poemas de Eduardo Casar. (55)

 

La Facultad

 

 

En la entrada de la Facultad

de Filosofía y Letras, un moño

negro le anuncia a los que van entrando la salida

de algún profesor que ahora sí

adquirió para siempre

la definitividad.

 

El moño negro hace que uno

aminore el volumen del paso,

se trague fuerte a la saliva

para que pase alrededor del nudo

que anuda la garganta,

entrecierre los ojos para afinar el foco

y lea en el pizarrón donde se dice:

 

La Facultad anuncia la salida

de_____________________

con destino a_____________.

 

Entonces uno se detiene

diez o veinte segundos:

el nombre le dibuja

la imagen de alguien

que se esfuerza y sonríe,

el tono de la voz,

los lentes de metal,

la manera de andar.

 

Si el nombre es el de uno

uno da media vuelta y no se toma

la molestia

de firmar la tarjeta,

ni ese gusto de dar las últimas clases

porque de pronto,

muy repentinamente,

ya las dio.

Y se regresa, al fin,

por donde vino.

 

Y si el nombre es de otro,

entonces uno firma,

traga saliva, garraspea, da clase.

 

Y espera el día

cuando en el pizarrón

salga su nombre.

 

 

 

AQUEL DEPARTAMENTO

 

 

¿Quién dormirá en aquel cuarto?

¿De qué color lo habrán pintado?

¿Qué cuadro habrá colgado quién

en la pared aquella?

 

El viejo y para alguien quizá nuevo

departamento de la calle de Indiana,

donde se discutía sentados en el piso

y se tomaba mate imitando a Rayuela.

 

Hemos habitado tantos cuartos

que podríamos construir un multifamiliar

de memoria entre todos.

 

Hemos habitado tantos cuartos.

 

Antes nosotros entrábamos en ellos.

Ahora son ellos

los que salen de nosotros

..mientras la noche cubre con una tela oscura

 

 la ventana.

 

 

Autor: Eduardo Casar. México Distrito Federal.

casarvel@prodigy.net.mx

 

 

 

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