ESPERANZA SIGUE
CRECIENDO
A mediados de 2009 el periodista cultural e
investigador Raúl Espinosa Gamboa, radicado en Cancún, Quintana Roo, invitó a
este redactor a colaborar en la revista ESPERANZA, editada desde México para el
mundo, a través de la red que, como es bien sabido, lleva cada tres meses un
mensaje de optimismo y solidaridad a personas carentes de la vista, además de
su contenido literario y poético de alto nivel, producto del pensamiento de
personas que, estando o no ciegas, aprendieron a ver con el corazón mediante el
ejercicio semejante al cultivo de un espléndido jardín de donde emanan
gratísimos aromas que luego ser esparcidos por todos los confines de la Tierra.
Los primeros temas abordados por el nuevo
colaborador, cuya especialidad es la historia regional, versaron sobre la
fundación de Cancún, la de Chetumal, la explotación chiclera y maderera,
etcétera. En el transcurso de los meses, se percató de que ESPERANZA era un
excelente foro para la comunicación del pensamiento universal y decidió invitar
a contactos personales muy selectos y de reconocida vocación humanista, así
como su amor por las letras.
Así ingresó Clara Sofía Santana en 2010. Ella
es originaria de Paraná, una ciudad argentina de la provincia de Entre Ríos, a
orillas del coloso fluvial que antes dio forma a las cataratas de Iguazú y
ahora se dirige a Buenos Aires y a su destino final en el Río de la Plata. Como
poetisa y escritora cuenta con una larga y fructífera trayectoria, muy bien
retribuida por la crítica de su país. Es, además, una constante defensora del
medio ambiente y de la vida animal. En cada nueva edición de la revista
mantiene su presencia.
Enriqueta Adriana Pérez nació en Serón, aquel
pueblo precioso del sur de España, que fuera escenario histórico de las
batallas entre moros y cristianos, y del relato inscrito en la época del
Romanticismo del siglo XV conocido hoy en día como “La novia de Serón”. Pues
bien: Como si todo lo que le rodeaba desde la infancia (Sevilla Málaga, Córdoba,
Madrid, Granada, Almería, donde ahora vive a orillas del Mediterráneo) y como
si no fuera suficiente andar de “pata de perro” por París, Milán, Roma,
Pompeya, Grecia, El Cairo… decidió en 2011 hacer un segundo viaje a México,
profesándole su amor una fría noche de muertos, para así ganarse un nuevo
título: “La Novia de Janitzio”. Fue ella la segunda invitada y desde 2012
escribe puntualmente en ESPERANZA.
Un año más tarde –y como buscando estar a tono
con la llevada y traída equidad de género--, llegó a las páginas electrónicas
de la revista el poeta y articulista, campechano, hoy cancunense, Félix
Justiniano Ferráez, de cuya sensibilidad y profundos conocimientos en la
materia podemos dar testimonio quienes lo leemos trimestralmente. Es muy
satisfactorio para este redactor, hacer saber a los colegas que la comunicación
personal con cada uno de ellos es cordial, constante y muy enriquecedora.
Finalmente, y para poner la pizarra 2 a 2, la
presente edición cuenta con un nuevo invitado: el capitán, piloto aviador
Adalberto Del Castillo Mercado, quien a lo largo de más de cuatro décadas,
entre vuelo y vuelo, se dio tiempo para formarse una amplia cultura general
producto de viajes, la buena lectura, la propia escritura y la práctica de un
don innato para hacer amistades; de modo que su vida es pródiga en anécdotas
desde la misma cuna. En efecto: él nació en la ciudad de México, en una clínica
nueva donde los primeros partos sólo habían resultado ser de niñas. Así las
cosas, el regocijo fue unánime, a tal grado que la institución premió a los
padres no cobrando por sus servicios.
(El capitán Del Castillo ha escrito CUENTO DE
NAVIDAD, como su primera colaboración para ESPERANZA. Si éste recibe el visto
bueno del editor, podrá ser leído aquí mismo, al final de este artículo, o
donde la redacción determine)
EL CONVITE DEL EDITOR
Ser colaborador de ESPERANZA no es poca cosa,
como bien puede dar testimonio este servidor, quien el domingo 13 de diciembre
pasado tuvo el honor de ser invitado por el doctor Bulmaro Landa y su esposa
Ma. Antonieta a compartir un desayuno en el Palacio de los Azulejos, en el
punto central de mayor tradición social e histórica de la ciudad y de la
república. El editor y su compañera acudieron puntualmente a la cita, no
obstante las dificultades que implica, aún en día festivo, trasladarse desde el
Estado de México hasta Bellas Artes en el Metro. Como algunos saben, el médico
tiene su consultorio y su residencia en Tlalnepantla, al poniente de la gran
urbe. Desde ahí también se diseña, corrige y edita a tiempo la revista.
Durante el encuentro Bulmaro Landa recordó que
fue en 2002 cuando se hicieron los preparativos y el proyecto se definió en el
2004 –justo en el sitio en que ahora transcurría el desayuno--, dando forma a
un ejercicio preliminar de lectura de pantalla. De entre los pioneros mencionó
a Verónica Aguilar, de Cuernavaca, Sol Agredano, Alicia de Guadalajara, y así
hasta alcanzar la cifra de 400 integrantes, incluidos ya técnicos, lectores y
escritores de Argentina y España. La mejor experiencia, ha sido la de haber
reunido a tanta gente de otros países, su tecnología aplicada a la ceguera y su
pensamiento al servicio de una causa noble.
En la charla también estuvieron presentes
Lucho Cueva, quien desde Quito, Ecuador realiza otra labor encomiable en favor
de quienes carecen de la vista, Laura Soto, de Argentina, Raúl Espinosa, de
Cancún y algunos más que son o han sido parte de la gran familia. Anbu y Deneb,
fueron asimismo dos gratas evocaciones de los comensales; ya habrá oportunidad
de profundizar en este tema.
LOS 27 ABUELITOS
Pero como es bien sabido, no todo en la vida
es felicidad… mucho menos en estos tiempos: En el norte de Quintana Roo,
concretamente en el afamado destino turístico de Cancún, 27 adultos mayores,
identificados por los medios informativos como “los 27 abuelitos” viven desde
el 29 de octubre de 2015 un horrendo drama personal, luego de haber acudido a
una clínica privada con el fin de recuperar la salud visual, pero que lejos de
ello, fueron infectados por una bacteria que les ha ocasionado daños
irreversibles.
Se trata de personas de escasos recursos,
quienes acudieron a la clínica ISVI, (Instituto de Salud visual) invitados por
el DIF y Cinépolis para recibir tratamiento contra las cataratas. En el proceso,
la totalidad de los pacientes fue infectada por la bacteria intra-hospitalaria
pseudomona, la cual ataca el nervio óptico, pudre el globo ocular y emana pus y
sangre. Todos ellos afrontan una secuela difícil de superar, y en diciembre se
supo que una de las pacientes perdió un ojo.
ISVI fue clausurada y los enfermos fueron
canalizados al hospital Conde de Valenciana o Clínica de la Ceguera, en la
capital, pero la esperada mejoría aún no llega. Desde mediados de diciembre la
prensa nacional ha dado algún seguimiento al caso de los 27 abuelitos quienes,
por su parte, esperan que las autoridades de Quintana Roo les brinden los
apoyos necesarios.
Autor:
Francisco Bautista Pérez. Chetumal,
Quintana Roo, México. Historiador del Estado