Como cenicero de moto.    (Al cohete).

 

Bueno así es como reza el título. Me he levantado preparado un mate y un hermoso sándwich  de atún y queso en feta cremoso. Estoy más solo que el uno, Vilma como de costumbre duerme, es que estamos siempre en esto un poco desfasados. A ella le gusta ver hasta tarde en la madrugada la bendita TV. En cambio yo no lo hago tanto, es claro y evidente, ya que algo esencial para ese cometido, diría yo un 99 % de ella entra por la visión. El resto es solo silencios o demasiados ruidos que nada me aportan. Por lo tanto cuando pregunto que pasa siempre o casi siempre la respuesta es: -Espera ya te digo. Pero ese ya te digo no llega nunca. Por lo tanto a lo mío. ¿Qué es lo mío? Ahora, en el tiempo, podría decir, lo mío es seguir aprendiendo a través de los libros, la radio y mi ordenador. Vivo gratamente entre dos mundos o distintas dimensiones. ¿Como es esto? Trataré de alguna manera de explicarlo. En ocasiones digo bendita ceguera, encontrando entre aquellos oyentes de esta frase, ¿cómo dice eso? Sí lo digo ya que con el paso del tiempo he llegado a una explicación muy personal. Ese accidente me lleva a una vida vivida yo diría que en un balance, no tan malo; respeto a muchos de los humanos que me acompañan en este planeta, en lo que tengo que vivir. Ya casi todo lo he puesto por escrito, no todo ha sido leído, tal vez en un futuro cuando ya no esté, tal ves alguien lo descubrirá y con un gesto de asombro tal vez dirá: ¡Mira este sujeto todo lo que ha escrito, nunca lo hubiera creído!. Decía de las dimensiones en que por esta ceguera vivo, una la de los recuerdos grabados a fuego en mi memoria, esas vivencias tan gratas que me ha regalado el Creador, el Big Bang,  la Antigravedad, que se yo, a esta altura. Es que hoy por hoy todo está tan entreverado que uno no sabe para donde arrancar. Llegando solo a una posible conclusión, somos nosotros, los Homo Sapiens, los que en nuestra constante imaginativa nos hemos inventado todo. Dicen que las guerras las cuentan los ganadores, los que pierden lo han hecho por no tener inteligencia, valor, olvidarse de algo, en fin, que risa. A todo hecho acontecido cada uno lo ve a su conveniencia, además con el color de su lente y libre albedrío, agregando su parecer, su comentario, aunque nada tenga que ver con los hechos vistos o vividos. Ejemplo, en un partido de Fútbol, Que e fue penal, No que no fue, yo vi. Que tú no has visto nada, para donde estabas mirando. Y así los 15 o 30 mil que lo están viendo en el campo de juego. Pero Opinan los periodistas y los que lo ven por TV o escuchan por la radio y todos agregan lo suyo. Pues les digo, esto ha pasado con toda la historia desde que tenemos algo de Huso de razón, así que lo que no entendemos lo contamos a nuestra manera. Sí habrá discusiones y ni siquiera quiero entrar en el tema. ¿Solo esto, cual es el verdadero Dios? Valla pregunta, que se la conteste Magoya, ja ja. ¿Colón descubrió América? Quien lo sabe. ¿El hombre llegó a la luna? ¿Les digo que hay gente que dice que No? ¿Los Egipcios construyeron las Pirámides? Seguiríamos por mucho rato, pero me he ido como de costumbre por las ramas. Tendré que releer para saber donde había quedado, claro síntoma humano, empezamos a hablar de algo y nos vamos para cualquier lado. Me engancho de nuevo, decía más arriba de mis dimensiones y tocaba la de los recuerdos. Ahora, el presente lleno de expectativas, es que el presente es efímero, lo estrito al principio ya es pasado y cada palabra que termino de plasmar también, inmedible el tiempo del presente. Pero trataré, de algún  modo, de describir digamos el cercano presente, eso se puede, no diría lo mismo del futuro, que ya lo tocaremos. El cercano presente cada uno lo maneja a su manera, si es bueno, se hace voluminoso, si fue trágico, uno trata de que se borre lo más rápido posible. Ven, cada uno lo hace a su manera. Aunque hay personas que, valla uno a saber, no manejan pasado, presente ni futuro. Solo transitan en la vida sin un rumbo cierto. Esto es otra situación que si se analiza, es tema de mucha discusión, en que también nadie se pone de acuerdo. Todo está relacionado con el medioambiente en el que a cada persona le toca vivir. Diría que uno es producto del tiempo y espacio que a uno lo rodea. Muchos acontecimientos de nuestras vidas están relacionados con esto. Hitler, y esto fue dramatizado en una obra Los Niños del Brasil, ¿hubiera llegado a hacer todo el mal que hizo, nacido en otro momento y situación en la que le tocó vivir? Se podrá decir, desde mi humildad, que uno es todo aquello que nos rodea, si No lo que cuentan de nuestra vida. Mi presente cercano: juro que nunca en mi vida habría pensado emigrar de mi querido Uruguay. Pues aquí estoy, en el primer mundo, y eso es tema también ya que por momentos es un sexto mundo. Continúo tan lejos y tan cerca, y dirán ¿cómo es eso?: años atrás sería un verdadero martirio el estar tan lejos a expensas de una carta que no llega nunca. Una noticia que se pierde en las brumas del tiempo y que cuando llega ya no tiene razón ni es noticia, solo es pasado. Sí, ese hombre que tanto mal ha hecho, también de esas guerras, espionajes, malicia, ansias de poder, ha llegado a una tecnificación tal, que no existen hoy por hoy distancias insalvables.¿No me cree? En este  mismo momento que escribo, en los auriculares suena una canción que está trasmitida en mi lejana patria. Ayer estuve oyendo la carrera de F1 desde la lejana Malacia, en la tarde, un partido de futbol jugado en Montevideo, y la noticia desde el mismo lugar, en Chile, de que gracias a esa tecnificación expresada, se ha llegado hasta los mineros atrapados a 700 metros de profundidad. Esa bendita ceguera que decía es la que en mi caso me hace pensar que estoy donde yo quiero, ya que parado frente a cualquier monumento, lugar, para mi es igual estar en Montevideo, Moscú, o aquí, en Cornellá del Llobregat. No sé si me explico, pues, lo hago: ¿recuerdan lo de mis gracias por la memoria?, pues así es la solución. Diría que a los  pocos minutos, me parece que lo  veo todo y ni me preocupa.  Es que la memoria visual y el haber prestado atención a cada hecho, observado todo siempre, con la curiosidad del saber el por qué de cada cosa, me ayudan a llevar esto dignamente. Es grato el oír que alguna persona interlocutora me exprese: -no me había dado cuenta que usted es ciego. Y ése: yo no sabía eso, mire como eran las cosas. Mis dos dimensiones: vivo a la vez en Uruguay y en España y el resto del mundo. Un constante aprender día a día, ver los entretelones de la política, los tratados a la vista y otros no tanto, donde el ego personal de algunos tiran al traste los de toda la humanidad. El juego de compra y venta, tanto tienes, tanto vales, y los demás que se busquen la vida. Guerras, desastres ecológicos,  climáticos, ante los cuales se ve claramente lo insignificante que somos. Nadie, que yo sepa, por más agrandado que se haya sentido, ha podido parar un Huracán, un Tsunami, o la erupción de un volcán. Me pregunto, ¿me habré ido por las ramas otra vez? No puedo con el genio, antes, de hablar sin parar, sin pausas, ahora escribiendo, yendo de  aquí para allá. El futuro: lindo tema, bien, el futuro es según Martín  Fierro el tiempo que está por venir.

Sencillo, pues no tanto: al igual que el presente, no se puede medir, pero, y siempre hay un pero, diría que en este  siguiente futuro inmediato están en mi mente las próximas palabras a escribir. Tal vez dentro de unos minutos todavía siga largando mis dedos al teclado. Sí les digo que ya dentro de cinco o diez minutos, no sé que pasará. Resumiendo, me siento bien, no extraño mi país, ya que lo tengo con solo apretar una tecla en la PC. Desde allá o desde acá, siempre lo mismo, increíblemente repetitivo, malas más que buenas, no es noticia lo que está bien, más bien es noticia lo malo, chabacano, si sultana o mengano hizo esto o lo otro, un consumismo feroz, que hace por el solo hecho de que me vean, me voy de vacaciones aunque el resto del año no tenga para comer. Fiesta de aquí, fiesta de allá, que la Virgen, que los toros, los tomates, todo en un loco frenesí, donde incluso quedan vidas humanas en el camino, ya en accidentes carreteros o derivados del alcohol, la droga, y-o la inconciencia de no  medir el peligro. Triste será el futuro si no remediamos todo aquello que hemos degradado, talado, llenado de basura tóxica, las muestras sobran: Nagasaki, Hiroshima, Chernóbil, y una larga lista de desatinos. Me fui de nuevo, pero tenía ganas de decirlo, más bien, escribirlo.

Ya en este momento de mi utopía me pregunto: ¿Estaré como cenicero de moto? ¿O no?

 

Autor: Walter Auditore. Barcelona, España.

auditoregaray@adinet.com.uy

 

 

 

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