Todos caben.

 

 ¿Aumenta la xenofobia?

 

Están llegando a Europa dos grandes grupos humanos: Los procedentes del África subsahariana, y los que proceden de Siria, Irak, Kurdistán y algunos paquistaníes. Los africanos, llegan a través de España e Italia, atravesando el desierto de Sahara y cruzando Marruecos, o Libia. Los Asiáticos, llegan a través de Turquía, Grecia, Macedonia, Servia, Hungría, Austria, para llegar como destino provisional a Alemania. Los africanos vienen buscando el bienestar que les falta en sus países de origen. Los asiáticos, huyen con motivo del conflicto bélico que asola sus países. Ambos grupos, buscan la estabilidad, la prosperidad económica, la paz y en definitiva, una vida mejor y más digna que la que a motivado el éxodo.

 Al principio, Europa no tuvo una reacción favorable a este éxodo. Las organizaciones no gubernamentales y diversos grupos y colectivos sociales, han reaccionado contra este malestar y este rechazo de los gobiernos de La Unión Europea, y parece que las autoridades de la Unión, han dado marcha a tras. El problema que plantean tanto los refugiados asiáticos como los emigrantes subsaharianos, no es nada fácil. Se trata de acoplar a los seres humanos que llegan de otros lugares, y que obviamente tienen que satisfacer sus necesidades más básicas para vivir. Hay que crear las infraestructuras básicas y suficientes para acoplar a estas gentes. Hay que distribuir la riqueza, cuestión esta, complejísima. En fin, hay que establecer las bases para que todo el mundo pueda subsistir. Pero, esto, ¿Va a ser así? Se cree que hay más de doscientos mil refugiados sirios, que han de ser repartidos por toda la unión europea. Como ya hemos apuntado la dificultad que tiene la solución del problema, la gente tiene que comer, tiene que subsistir, y para ello se ve en la necesidad de mendigar, de vender baratijas o droga, de trabajar en la economía sumergida y por qué no, de robar, si fuera necesario. A muchos, se les da permiso de residencia, se les arregla su situación laboral, etc.etc.; pero a otros muchos, no. Estos últimos, quedan abandonados a su suerte, y se lanzan a la calle cada día a buscarse la vida como pueden. Ahora dice La Unión Europea, que de momento, va a dar acogida a todos los que vengan; pero ¿En qué condiciones?

 Hay que decir, que tanto el grupo de africanos como los refugiados asiáticos, en su peregrinar hasta alcanzar su destino final en Europa, están perdiendo cantidad importante de vidas humanas. Además, las mafias, se aprovechan de la necesidad de estas pobres gentes, y les estafan sin piedad.

 Los proxenetas, también se aprovechan de una mano de obra fácil y barata para un comercio sexual que en muchos países está tolerada con unos bisos de semilegalidad

 Lo dijimos antes; el problema no es nada fácil; es decir, la solución, no es sencilla. La solución ideal, esto que voy a apuntar ya está dicho hasta la saciedad, sería la ayuda en origen. Me explico: Los países que exportan emigrantes, en general, son fuente de energía y de materias primas que explotamos los del mundo tecnológico y civilizado. Los del primer mundo. Los ricos. Si las personas emigrantes de los países “pobres”, lo entrecomillo, tuviesen una vida más fácil, no emprenderían su aventura personal.

 Pronosticar, no es adivinar. Entiendo que se pronostica en base a unos hechos preexistentes, que tienen además fundamentos claros, precisos. La Unión Europea está atravesando un momento de crisis, todavía no superada. Hay dos corrientes migratorias, como ya hemos dicho: La africana, que desde hace ya tiempo está llegando a Europa, y la asiática, integrada por sirios, iraquíes, afganos y paquistaníes. Esta corriente asiática formada mayoritariamente por personas que buscan refugio en nuestro continente como consecuencia del conflicto bélico en sus países, y que ya se están encontrando con dificultades evidentes, tendrán que abrirse paso poco a poco, como puedan, y con no pocos problemas que obviamente van a soportar. Aunque ahora todo sean declaraciones de buenísimas intenciones, de ayuda, solidaridad, fraternidad, justicia social, etc. Etc., la xenofobia es desgraciadamente un hecho indiscutible. Ya hay grupos políticos radicales que están preparados para lo que venga. El diccionario de la RAE define la xenofobia, como “la repugnancia, el odio o la hostilidad que se tiene a los extranjeros”. Los políticos dicen que se hará lo que se pueda para atender a todos; pero por otro lado dicen que todos no caben. Yo pienso personalmente que con el tiempo todos van a caber, y que como ya viene sucediendo, las segundas generaciones, que serán y son europeos de nacimiento, se están integrando y se van a seguir integrando bastante bien. No tengamos miedo. Son seres igual que nosotros, y tienen los mismos derechos humanos. Hasta que se acoplen, apretémonos un poco más. Hagámosles sitio. ¡Sean ustedes muy bien venidos amigos!

Madrid, septiembre del 2015

 

Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España.

hilario-conchi@hotmail.com

 

 

 

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