La Caja es mi Tablita de Salvación.

Doña Anabelle Rodríguez se palpó un bulto sospechoso en el pecho.

Acudió a la Caja Costarricense de Seguro Social para que le efectuaran una mamografía.

 Un mes después, recibió la noticia que confirmaba la presencia de un tumor maligno mientras se encontraba internada en el hospital recuperándose de una cirugía de urgencia por un infarto agudo del miocardio.

 Yo tuve que luchar con dos enfermedades al mismo tiempo,

Recuerdo que en diciembre de 2012, me hicieron una biopsia de mama derecha, me dijeron que si no me llamaban me estuviera tranquila pero a inicios de febrero de 2013 me dio un infarto y tuvieron que colocarme dos stend para que la sangre circule sin problemas.

 

 

Estaba recuperándome en el calderón Guardia y aproveché para ir a la cita de oncología.

El doctor me preguntó por mi salud y luego que le conté de la cirugía, me dijo que tenía cáncer, que había que operar pero eso solo se podía hacer con el consentimiento del cardiólogo.

NO me puse triste, pensé en que tenía que salir de lo que tenía y asumir lo que se presentara más adelante.

El cardiólogo dijo que si me operaban me quedaba en la sala y tuve que esperarme hasta que estuviera fuerte para soportar la nueva cirugía.

A los tres meses volví al quirófano donde me retiraron un cuadrante de la mama derecha y luego me mandaron a rehabilitación al CENARE.

La doctora carrillo me metió al grupo de rehabilitación cardiaca donde me ayudaron mucho aunque faltara por la cantidad de citas a las que tenía que ir y cuando estaba un ratito en la caminadora, me sangraba la nariz pero eso no es nada porque ahora estoy muy bien y fue una bendición estar en ése programa.

Me atienden psicólogos, odontólogos, nutricionistas y otros especialistas que nos enseñan a conocernos.

Todavía me quedo asustada de verme haciendo ejercicio, ya no tengo ese miedo hasta a quedarme dormida y no despertarme, se que en los dos hospitales ésos “ángeles” como les digo a quienes me atienden me ayudarán con las secuelas.

Cuando oigo quejas de la Caja me digo: yo no tengo ninguna para mi han sido mi tablita de salvación.

Uno sabe que los médicos de la caja son muy preparados por eso nos ponemos en manos de Dios y de ellos pero es que me transmiten seguridad para que se me quite el miedo, me siento optimista porque aunque tuve un infarto, hago más ejercicio que mucha gente sana.

 

Autor: Roberto Sancho Álvarez. San José, Costa Rica.

robertosancho27@gmail.com

 

 

 

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