EL TACHO

Siempre y de niña,

dispuesta a recibirlo a todo.

Caen en mi amplio interior,

las quejas, desalientos y  el lodo.

Todos los posibles pormenores,

encuentran en mi cuenco el modo. 

Dolores, llantos y congojas,

caen en mi alma sin fondo.

Reproches, broncas y odios,

estiran elásticos que amoldo.  

Cobijador y amplio receptáculo,

es mi continente que alberga,

los desalientos sufrientes.

Mi capacidad no pareciera,

comparecer límite alguno.

Lo que suceda a mi alrededor  oportuno,

recae en mi interior  desbordado.

Y ya muy  repleto…

pide permiso, recato y respeto.

Al basta casi no conozco,

pues en lo desvalido ya he perdido,

la voluntad  para con el destino.

La lucha y  el freno con parapetos,

debilitaron mis fuerzas sin tino. 

El egoísmo  no se apiada,

ni muestra condescendencia,

mientras la enfermedad  hace  presencia.

en mi tacho hay fuego en su esencia,

con Borbotones de lava inquieta. 

Fluyen invadiendo mis espacios,

muy dolientes y  ardorosos.

Agotada mi energía vital, 

cual foco moribundo y mortecino,

siento  mis pasos ya  fangosos.

Hasta el asco me ha provocado el destino,

con actitudes feroces y descaro.

Insinuaciones sin aliento,

remueven las miserias.

Las almas hieren cuando en sus fondos,

el egoísmo interior se les ha revelado.

Ay, tacho  ya tan  plétoro.

¡Ay de mi dolor expansivo,  

de llagas abatido!

Ya mi flor no luce más pétalos,

de intimidad ni  secretos,

ahora tristemente perdidos.

Se ha dejado al desnudo,

mi dignidad tan despojada,

con mis alegrías…angustiosamente ya abatidas.

 

©2014 –Renée Escape

Marzo 2014.

 

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

 

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