Algo sobre las elecciones del 7 de junio.
Sobre estas elecciones en México, quiero comentar algunos
aspectos que me parecen relevantes.
Se deben reducir los costos de este tipo de campañas. No faltará
alguien que tratando de justificar lo injustificable, argumentará:
"Debemos pagar el precio de la democracia..."
Una parte de la propaganda política, indicaba que era para
los miembros del partido. Sin embargo, nos endilgaban a todos sin excepción anuncios
y más anuncios a quienes no formábamos parte de tales grupos. Por ejemplo, no
sería más apropiado, enviar a esos militantes del partido x, un folleto, un dvd
u otro medio informativo para reforzar o reafirmar los postulados de dicha grey
política.
Siempre me ha asaltado la inquietud, de, si será verdad que
el ciudadano elige libremente al candidato que más le convenció; por supuesto,
con sus propuestas claras, viables y precisas. O más bien, se nos influye a
través de una propaganda falta de imaginación pero súper machacona y
envolvente.
Fueron millones de spots con propaganda de los diez partidos
contendientes. Votó sólo el 48% de los electores. Espero que para las
elecciones del 2018, no se les vaya ocurrir a los genios de la política
mexicana, duplicar esa millonada de anuncios de propaganda electoral; creyendo
que de esa manera, se lograría algo cercano al 100% de votantes.
En cuanto a la equidad en los medios. Sólo por citar un
ejemplo, observé que en muchos bloques de anuncios electorales, transmitidos
durante muchas semanas, se duplicaban o triplicaban anuncios del mismo partido.
¿Error de programación? Sí, cómo no...
Un compromiso de campaña del Presidente Peña fue: eliminar o
reducir los legisladores plurinominales. Hasta ahora, no se ha avanzado en esta
área ni siquiera un poquito. En fin, y con esto termino: “El prometer no
empobrece; el cumplir es lo que aniquila.”
Autor: José R.
Romero González. Mexicali, Baja California, México.