Poemas de Clara Sofía Santana Miranda.

 

AMOR MÁS AMOR

Amar es placer en lozano remanso.

Entre rejas doradas, liberar al gozo.

Orbe en suspenso, mecidas ilusiones.

Abierta senda, auxilio a los pesares.

 

Es haber conservado autonomías.

Custodia de franquezas en licencias

¡Delirios qué logran mil estrellas!

Vida en calma, fortaleza de caricias.

 

Es mirar adelante con buen rumbo.

Sin esforzarse, obtener al privilegio.

Es avanzar sobre indomable predio.

Ignorando la extensión del tiempo.

 

Agosto de señales en las balsas.

Que por el mar a la deriva avanzan.

Presencias añoradas sin tardanzas.

Que al horizonte, fácilmente alcanzan.

 

Subir una y mil veces los peldaños.

Subir hasta encontrarse sin agobios.

De la piedra divina, ser los dueños.

Quinta esencia en mágicos acuerdos.

 

Es hallar armonías en los apegos.

Por la otra mitad, saberse amado.

Es coincidir en el contacto pleno.

Como perlas en ostra, protegidos.

 

Es usar como almohadas, a la luna.

Es recobrar el hogar cada mañana.

Es habitar un cielo de futuros noveles.

Relámpago de luz, en los ponientes.

 

 

 

AQUEL DÍA

 

Día fresco en soleado otoño.

Casual encuentro, se sumó al idilio.

¡Tormenta de verano improvisada!

Llegó a definir el atisbo.

 

Entre apuros y retumbos de la gente

Nos sacudió la sorpresa

Nos conmovió el asombro.

Estupendo gusto el abrazo.

¡Magnífico contacto!

 

Qué atrevida forma

¡Al cercarnos tanto!

¡Atrevida forma el apretarnos!

En avasallantes saludo

¡Casi un grito!

Acompañado del

¡Por fin te encuentro!

 

Retozados frenesíes

Pudieron morir en el intento.

Pero aboliendo velado escepticismo

Desafiaron códigos sociales.

Y dieron luz a una historia inédita.

Con ahínco se llenaron renglones.

De páginas embebidas en alientos

¡Ignoramos al destino adverso!

Aventurados a valeroso arriesgo…

Soplamos de una vez ¡todas las velas!

Con simpleza heroica en osadías.

Y con firmes esperanzas de futuros.

Intentamos seguir andando

¡Un poco más, y mejor la vida!

 

 

 

 

AQUÍ ESTOY

 

Me duele que te duela la angustia de tu suerte.

La siento casi mía, en inmenso desconsuelo.

Llegó la desdicha fría portando injusta muerte.

Arrebatándose la vida, de tu amado hijo.

 

Me duele que te duela el no verlo nunca más.

Gastarás al presente hurgando su recuerdo.

Y se volarán las horas tragándose al tiempo.

Truncado futuro, de promesas incumplidas.

 

Me duele que te duela la pérdida de Andrés.

Perpetuada su imagen de niño en tu memoria.

Secarás tus lágrimas, repetirás mil preguntas.

Preguntas sin respuesta, acorde con la lógica.

 

Hago mía tus palabras en desesperado grito.

“¿Por qué no está hoy para calmar tu pena?”

“¿Qué extraño designio lo llevó de tu lado?”

“¿A quién haría falta, más que a su familia?”

 

¿A quién puedes llamar, en alivio de tu calma?

Al que escuche tu razón y pueda llorar contigo.

Ofrezco mi artilugio en ayuda a tu difícil transe.

Te invito a mi palabra, te obsequio mi remanso.

 

Entiendo tu malestar, tu pesar, tus reniegos…

Porque me duelen más que ayer, tu angustia.

Fatigado trayecto ¡harto de buscar salidas!

Me duele que te duela, la angustia de tu suerte.

 

 Tu siempre amiga… CLARA SOFÍA

 

 

Autora: Clara Sofía Santana Miranda. Paraná, Entre Ríos, Argentina.

clarasofiasant@hotmail.com

 

 

 

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