Tu voz dentro de mis palabras

 

 

Por qué no te desnudas las manos.

Por qué no me atraviesas con la boca.

Dentro de estas paredes el mundo se completa,

muerde a la tierra el mar y el viento

le estremece la espalda, el arco donde el sol

hunde sus manos. Saliva extensa, intensa,

sudor, noche y planeta. Por qué no me separas

los dedos con tu boca, las piernas con la llamarada

flexible y negra de tu cabellera.

Viájame por la sal, aprieta mis raíces.

        No existiremos luego

y no existimos antes. Súbete en los colores

del día que va emergiendo. Abraza al bosque entero

y cúmplete en un vuelo desplegado. Combina el filo

entre la muelle densidad del agua.

Yedra tu corazón y que la vida estalle

y la respiración

sacuda su estructura y se desencadene.

Mira cómo me muevo entre tus brazos.

En tus manos desnudas, plenamente desnudas,

con la voz sin ropaje y el gemido

que tus labios retienen en mi boca.

 

Cierro mis ojos dentro de los tuyos.

 

 

 ***

 

 

Barco, navegación, faro, mirada,

arribo a tu mirada sin preguntas,

de dónde voy, de dónde este naufragio,

esta necesidad de oxígeno

que me vuelve arco el cuerpo,

mástil el cuello,

velamen tu cintura,

enorme mar el agua de tu cuerpo

 

…de dónde voy, de dónde este naufragio.

 

Toma en cuenta mi cuerpo entre tus labios.

 

Si tocaras el centro de la noche

cuánta noche podría volverse día.

de qué será el silencio si tu boca

basta para sellar mis labios.

 

De qué serán tus labios.

 

Tus labios, mi garganta,

tu nombre, la marea.

 

Si la marea no fuera tu cintura.

 

Si dejaras por fin tu ropa,

si la hicieras caer

yo te acompañaría.

Como  mis manos van mi boca y mi saliva,

como para nacer o entrar al mar.

 

Y si yo fuera el mar,

y si afuera del mar no hubiera más arena

que la extendida playa de tu cuerpo.

 

Nado, atravieso, surjo, me sumerjo

…de dónde voy, de dónde este naufragio.

 

Se trata de mi piel tratando de encontrarse.

Encontrar a la tuya. La roca que define

su peso entre la espuma.

Este peso, esta sangre, esta temperatura

se encarama a la tuya y le mira los ojos.

 

Si tu piel encadena su cimiento

adentro de mi piel y la traspasa.

Si tú lates deprisa y me apresuro

otra marea levanta las preguntas.

Si en la penumbra duro lo que duras

porque dices también te necesito.

 

…de dónde voy, de dónde este naufragio.

 

Si tú fueras mi punto de partida

aunque hubiera llegado partiría.

 

Autor: Eduardo Casar. México Distrito Federal.

casarvel@prodigy.net.mx

 

 

 

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