Las creencias ¿aliadas o
enemigas?
¿Alguna vez te has cuestionado sobre el por qué de tus
creencias?, ¿De dónde vienen? ¿Por que forman parte de tu vida? ¿Cuando se
crearon? ¿Cual es su validez? o mejor aún ¿te has preguntado en que te apoyan?,
seguramente jamás lo has hecho y la verdad es que no me extraña, Pues tendemos
a creer y pensar las cosas en automático, en darlas como ciertas y en vivir por
defecto, como los programas de computación.
Hoy, quiero hablarte de las creencias; Una creencia, en
palabras sencillas, es un conjunto de pensamientos que se repiten
constantemente, a lo largo del tiempo. Muchas de las creencias que tenemos, se
originan desde nuestro nacimiento e incluso, mucho antes. Ya que aunque no lo
creas ellas se han visto muy influidas por nuestros antecesores, llámense
padres, abuelos, tíos etc. (Este dato es sumamente importante), porque desde el
momento de nuestro nacimiento hasta aproximadamente los siete años, somos unas
esponjitas que absorbemos todo lo que se encuentra en nuestro entorno, sin
importar, que eso que absorbemos sea beneficioso o perjudicial para nuestro
desarrollo como individuos.
Ahora bien, a lo largo de la vida tenemos vivencias de todo
tipo. Dependiendo del alto impacto emocional que nos generen dichas experiencias,
es que iremos reafirmando las creencias ya aprendidas o formando nuevas,
respecto a los diferentes ámbitos, como el amor, la salud o el dinero.
Si una persona nace
en un hogar humilde, donde constantemente escucha, que el dinero se logra trabajando
muy arduamente, (creencia que es muy común), su forma de ver el dinero en la
vida va a ser muy sacrificada y probablemente esa persona trabajará con mucho
esfuerzo, para obtener el dinero.
Cuando tenemos creencias tan arraigadas, resulta importante
que entendamos que la vida nos presentará experiencias cónsonas con esa
creencia, a fin de reafirmarla en nosotros. Ejemplo: a esa persona que creció
escuchando en su casa que el dinero es sinónimo de mucho esfuerzo, con toda
seguridad, a lo largo de su vida, se le presentarán situaciones muy difíciles
que confirmen esa creencia que tiene, de que el dinero se logra sacrificada
mente.
De ahí el valor que tiene el cuestionarnos nuestras
creencias, para así, conocernos internamente y sobre todo determinar, además
del origen y validez de la misma, su beneficio o perjuicio en nuestra vida.
Una vez que logro determinar cuál es mi creencia sobre el
amor, la salud, el dinero o cualquier otro aspecto, debo ver de quien proviene,
quien piensa o pensaba así en mi entorno y cuál es la veracidad de esa
creencia, es decir, debo preguntarme ¿hay suficiente evidencia de que esa
creencia es cierta?, ¿quién piensa eso en mi entorno?, ¿qué me hace pensar así
sobre el dinero, la salud, el amor?
Es muy importante que te cuestiones acerca de si te ha
apoyado hasta ahora o no, porque así como existen creencias limitantes como la
plasmada en el ejemplo anterior, también existen creencias que te benefician y
apoyan a lo largo de tu vida como: soy inteligente, soy exitoso, soy buen amigo,
la familia es primero, etc. Todo dependerá de tus valores, tus principios y tus
aspiraciones en la vida.
La buena noticia es
que las creencias limitantes, pueden ser modificadas; eso sí, debes ser muy
consciente de que eso requerirá tiempo y disciplina. Pues no podemos pretender
que teniendo toda una vida manteniendo una creencia sobre cierto tema en
particular, va a cambiar de la noche a la mañana. Pero, de que se puede se
puede y existen muchas herramientas para hacerlo. Así que manos a la obra y mucho
éxito.
Caracas-Venezuela
Abogada y Coach luciacrp2012@gmail.com
Twitter: lucia_saandia