La gratitud, más que una simple
cortesía.
¿Cuántas veces repetimos mecánicamente las gracias por algún
favor o servicio recibido? Seguramente, varias veces al día, pero, ¿te has
detenido a pensar alguna vez en qué consiste realmente la gratitud?
Pues bien, es importante saber, que la gratitud más que una
cortesía o un acto de buena educación, es una virtud, que nos aporta más
beneficios de lo que imaginamos; La gratitud es mucho más que una emoción,
puesto que puede ser también una tendencia a ver lo bueno que nos trae la vida.
Para estar agradecidos por algo, primero hay que darse cuenta de que lo
tenemos. Lamentablemente, esto no es así en la mayoría de los casos, ya que
vivimos dando por sentado todo lo bueno que nos pasa en la vida, centrando nuestra
atención en las cosas que nos faltan o en las malas que tenemos, así como en lo
mucho que deseamos librarnos de ellas.
Cuando agradecemos, abrimos la puerta a abundantes
bendiciones y a la transformación de nuestro mundo. A nivel vibratorio, la gratitud
es muy similar a la energía del amor, tiene un gran poder. Tan es así que
cuando damos las gracias por algo, el universo nos genera más razones por las
cuales sentirnos agradecidos. Quizás, eres de los que dice gracias solo por
decirlo y no porque realmente lo sientas, y ahora te preguntas ¿cómo hago? Si
sólo lo digo por cortesía o costumbre. Pues te doy un Tibs, la mejor forma de
fomentar la virtud de la gratitud, es practicándola constantemente hasta que
sea parte de tu cotidianidad y hasta que realmente sientas esa sensación de
agradecimiento.
Estamos habituados en general a dar las gracias sólo por
buena educación, pero si nos hacemos consientes de tan magnífico poder, y la
practicamos frecuentemente, de seguro que sentiremos un gran gozo y será parte
de nuestro diario vivir, Generando así más y más bienestar a nuestra vida.
Un aspecto muy importante de la gratitud, es la sensación de
culpa con la que la relacionamos, ya que siempre nos han inculcado que el ser
agradecido es un deber, una obligación o un compromiso moral y hasta religioso.
Hoy yo te invito a dejar esos juicios de valor, a ver la gratitud como una
hermosa oportunidad de florecer y de atraer a tu vida, aquello que tanto
anhelas. Recuerda esta premisa: si te imaginas algo es porque ese algo ya
existe y llegará a ti cuando estés preparado para recibirlo.
Como te comenté antes, la mejor forma de fomentar y
alimentar esta maravillosa herramienta de bendiciones, es practicándola. Por
ello te invito a hacer un poderoso ejercicio de gratitud.
Siéntate en algún lugar donde tengas privacidad. Si gustas
coloca una música de tu preferencia y un incienso. Mira a tu alrededor, hazte
consiente de todo aquello que posees y también de lo que quieres obtener.
Reconócelo y agradécelo. Toma papel y lápiz o si lo prefieres y eres tan
tecnológico como yo, abre un documento en Word y has una lista de diez cosas
por las que te sientas agradecido. Anótalas y al final de cada cosa, escribe la
palabra gracias tres veces. Ejemplo: agradezco que tenga un excelente empleo,
gracias, gracias, gracias. Luego léelo en voz alta y siente como tu vibración
cambia a medida que lo vas practicando. Diariamente, ve incorporándole nuevas
cosas a tu lista. Este ejercicio debes repetirlo por lo menos 21 días
consecutivos para ver cambios significativos. Ya que tenemos toda una vida
creyendo y haciendo las cosas de una determinada forma y lleva cierto tiempo
que tu cerebro procese la nueva información.
Autora: Lucía sandia. Caracas-Venezuela
Abogada y Coach
Twitter: @lucia_saandia