El Vaticano,
primera potencia mundial.
El papa, es el jefe supremo
de la Iglesia Católica; pero el papa y el vaticano, despliegan y han desplegado
a lo largo y ancho de la historia, una intensa actividad política y
diplomática, que ha influido y sigue influyendo en la marcha internacional del
orbe.
El papa es el pontífice.
Pontífice significa, puente entre el cielo y la tierra. El poder espiritual y
religioso para los católicos es el máximo poder, y el poder temporal, ha sido
extenso en cuanto al territorio y denso por su consideración e importancia.
Como quiera que el papa se
oponía a la unidad de Italia, en el año 1879, fue confinado el en el Vaticano,
donde estuvo prácticamente preso hasta el año 1929, que fue liberado por el
pacto de Letrán. La oposición del papa a la formación de Italia como nación, se
debió a que la unidad del estado italiano, determinaba la desaparición de los
territorios que formaban parte del estado vaticano. Hoy día, en muchas ciudades
de Italia, se ve el escudo vaticano en algún comercio.
Los papas siempre se aliaron
con las grandes potencias para mantener su poder y sus territorios. En el
momento actual, solo conserva el territorio vaticano, que está formado por un
complejo de edificios, y donde su Santidad, reside y ejerce su actividad
apostólica, religiosa y política. Porque a pesar de haber perdido su poder
territorial, sigue conservando su poder temporal y su extraordinaria influencia
política.
Vamos a ilustrar lo que
estamos diciendo, con algunos ejemplos:
El papa Pío XII, Jugó un
papel de primera línea, con su intensa actividad diplomática que unas veces
disgustaba a unos y contentaba a otros. Fueron muchos, los que al amparo y
protección del Vaticano, se salvaron de la prisión e incluso de la muerte.
El papa Juan XXIII, se
destacó por su mediación en Pro de la paz, en un momento en que la guerra fría,
tenía a todo el mundo encogido y congelado. Además, fue el que convocó el
concilio vaticano II, el cual, por cierto, no se ha llegado a aplicar nunca en
su integridad. Naturalmente, es opinión del autor de este trabajo.
El papa Juan Pablo II, tuvo
una intensa actividad viajera y diplomática. Fue uno de los artífices de la
caída del muro de Berlín, de la unificación alemana y de un cambio importante
en el régimen soviético, que supuso el desmembramiento del sistema y un
importante cambio en los países de su órbita.
El papa Benedicto XVI, no
tuvo tiempo seguramente de poder realizar lo que él hubiera querido; por eso se
fue. Además, este pontífice, tachado de antemano de conservador, porque
provenía de la Doctrina de la Fe, quería acometer de lleno la gran reforma de
la Iglesia, y pienso que debió encontrar innumerables obstáculos. Fue una pena.
El domingo día 8 del pasado
mes de junio, se produjo en el jardín del Vaticano un hecho Histórico:
El papa Francisco, reunió al
residente israelí, al principal jefe palestino, de religión musulmana y al
patriarca de la iglesia de Constantinopla. ¡No está nada mal! ¡Es todo un acontecimiento!
El camino por el que se está
intentando adentrar el argentino de ascendencia italiana, Bergoglio, es un
camino difícil, y yo creo que a él, no se le oculta, pero este latino, que ya
tiene alguna edad, pero que de momento nada se le pone por delante, Está
llamado a hacer grandes, grandísimas cosas, si le dejan y anda con cuidado y
prudencia. Es el primer pontífice de habla española de la era tecnológica.
Las cosas y los
acontecimientos importantes y trascendentes, se han hecho siempre por mentes
utópicas. Las ficciones, pueden ser y llegan a ser realidades. Me gusta
Bergoglio. Espero que nadie le dé una trompada, como él dice y que le dejen
morir con las manos llenas de cosas bien hechas.
Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España.