ANTES VEÍA
LOS ASTROS
Detrás de
nuestros vidrios todos acertamos
la doble faz
de las épocas.
Pienso en el
destierro dentro del mismo anillo,
la
reconciliación que siempre nos visita
cuando ya
hemos soterrado la confianza.
Antes veía los
astros en las caras vecinas
y aquello que
nombré alegría
era una tela
que no logró velar su gran miedo.
También yo
tuve miedo a la costumbre,
sólo pulsé mi
audacia
y murmuré en
blanco y negro imágenes de lo perdido.
Jamás
aprenderemos que perder
es regresar
en la neblina a los orígenes.
Ya
arriesgué lo más puro,
no festejo
los remordimientos,
no quiero
traicionarme frente a tanto infinito,
quizá sea el
extranjero que no encuentra su casa.
PARA UNA FOTO
SEPIA
Desgarra un
vals
las farolas
del muelle
donde
imagino:
mi madre en
la pradera,
tras la línea
del éxodo.
Bailando el
vals,
sonríen a
color
cinco
italianas
para una foto
sepia,
como son mis
recuerdos.
Viví profundo
cuando todo
soñaba,
sin
sumergirme
en el rumor
de estelas
que izan los alcatraces.
Me abismo así
bajo ese
remolino,
en que se
alía
con el remo y
su espuma
la pasión del
ancla.
Pudiera estar
ahora en
Jerusalén
o en el
Danubio,
seguro
arrastraría
esta misma
tristeza.
Autor: Agustín Labrada Aguilera. Chetumal, Quintana
Roo. México.