Tiempo libre.
Especialistas piden a los adultos compartir los juegos
con población infantil
·
La persona adulta debe tener buen humor, paciencia y tolerancia,
despertar su propia energía interna para transmitir al niño que aprende y fortalece
sus valores.
Un llamado a los adultos para
que comprendan y compartan los juegos con la población infantil, hicieron
especialistas en psicología de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
De acuerdo con los
profesionales, esa práctica aumenta la seguridad de esa población, les permite
mejorar la expresión, aprender, socializar, interactuar aprender y potenciar
sus habilidades.
A diferencia de las personas
adultas quienes dividen el tiempo libre de otras ocupaciones por el cambio de
actividad, los niños permanecen ocupados en vivir el momento, crear y
expresarse.
En este sentido, el hogar es
un espacio para explorar -teniendo siempre presentes medidas de seguridad
básicas-. Cada espacio y cada tarea que se realiza en casa tienen gran potencial
de aprendizaje, desarrollo y diversión para niños y niñas.
Fuera de casa, la aventura
inicia en el patio o en el corredor, puede seguir con los árboles, amigos, el
barrio, el río, la playa y todo lo que está a su alrededor para descubrirlo a
la mayor brevedad posible.
Entre los 5 y los 12 años, las
personas requieren interactuar con otras, niños y adultos pueden ayudarles a
potenciar sus habilidades. Para ellos no hay diferencia entre aprender y jugar,
pues jugando siempre se aprende, saben que no hay actividad más seria que
jugar, mientras las personas adultas opinan lo mismo del trabajo o el estudio.
La doctora Adelaida Mata
Solano, psicóloga del Equipo Técnico Salud Integral del Niño y la Niña, explicó
que en el juego además de entretener, el niño busca la oportunidad de
conversar, expresarse, aprender, divertirse.
Si las personas adultas o
cuidadores muestran orgullo por sus hazañas y se lo expresan, ellos también se
sienten orgullosos de sus capacidades desplegadas durante esa interacción.
En el juego, el entusiasmo y
la energía que tienen los niños genera la emoción e interés necesario para
emprender nuevas aventuras dijo la Psicóloga.
Comentó que tareas como lavar
platos para los adultos es una actividad rutinaria, pero para los más pequeños,
es una oportunidad de jugar con agua, jabón, hacer burbujas y sentirse útiles
mientras colaboran con los adultos.
Si se trata de doblar ropa,
ellos pueden imaginarse que doblan las capas de sus súper héroes, mientras que
las medias las convierten en balones que pueden encestar en el recipiente para
ese propósito.
Para sacar el máximo provecho
al tiempo compartido, la persona adulta debe tener buen humor, paciencia y
tolerancia, despertar su propia energía interna para alimentar al niño que
aprende y fortalece sus valores.
Para los más grandes, prestar
atención tanto a las palabras como gestos e inclinaciones artísticas y
deportivas de niños y niñas, les ayudará a favorecerles.
Las comunidades ofrecen
alternativas como bibliotecas, ludotecas, casas de cultura, campamentos de la
iglesia, los Scouts, que brindan igualmente oportunidades para crecer y
desarrollarse en convivencia positiva con las demás personas.
Autor: Roberto Sancho
Álvarez. San José, Costa Rica.