EL CAMPO DORMIDO

 

No importa cómo llegué hasta tu entorno,

tampoco interesa el porqué la espía.

Pero tus límites son un mísero fondo,

en épocas duras, soledad, frío,… en la vida bravía. 

 

La tranquera apenas se esboza,

los vientos no te cuentan más historias.

Ahora  tu esencia árida y  seca ya no goza,

ni de  los cuidados del agua fresca sobre tu escoria.

 

¿Quién ha sido el dueño de tal  desesperanza? 

¿Quién el  capaz de no sembrar en tus entrañas?

Tus semillas estériles en la tierra yerma danzan,

muriendo su agonía     debido  a las añoranzas,

penetrando en abismos de profundidades extrañas.

 

Ahora  estoy presente y  te enfrento,

mirando tus árboles desnudos y tan secos,

no puedo evitar el llanto cuando despojados al viento,

los encuentro abandonados, muertos y maltrechos.

 

¿Es que  en siesta te has dormido mi campo querido?

¿Es que  el sueño de brotes  verdes y flores que  habías deseado,

 ya no se mecen en tu realidad  ni destino?

¿Será que acaso aquél   humano sin amor   ,te ha dejado?

¿O acaso  alguna cruel conveniencia te ha despojado?

 

Estériles las  raíces secas sin el agua bendita.

Y en una tierra polvorienta de Zonda que aquieta,

las manos rotas que el trabajo quitan,

soporosas quedan y…sus  cabezas aún más inhiestas,

dejando  dormir al campo…su eterna siesta.

 

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

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