Reportaje
a Ana Cristina Perea Núñez.
Su discapacidad visual no le impide dar
clases trabaja en la Universidad Autónoma de Chihuahua, lleva apuntes en
Braille y sus alumnos están orgullosos de ella.
Un bastón blanco y hojas escritas en Braille
es lo único que diferencia a Ana Cristina Perea del resto de los maestros de la
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de
Chihuahua.
Con Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
y Maestría en Administración, imparte cuatro veces a la semana la materia de
Comunicación Oral a 87 alumnos de séptimo semestre.
Informar a sus pupilos que tiene ceguera
provocó una gran sorpresa en ellos, pues ninguno lo detectó cuando ingresó al
salón de clases, platicó Karen López, estudiante de Ana Cristina.
Comentó que ahora que está enterada de la
discapacidad que padece su maestra se siente orgullosa de ella y la tomará como
ejemplo a seguir.
Karen Salcido, alumna de la UACH, agregó que
además de las clases de comunicación oral, la catedrática les dejará una
enseñanza adicional: no vencerse ante ninguna circunstancia.
Para la docente y directora del Centro para
la Integración y Desarrollo de Personas con Discapacidad Visual (Cidevis) es una
gran oportunidad que su alma máter la haya contratado para compartir sus
conocimientos.
Mencionó que hace 10 años egresó de la
Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) y comenzó a trabajar en un periódico
de la localidad, pero luego la despidieron, así que le platicó al entonces
secretario académico de la UACH su deseo por trabajar en la Facultad.
Le sorprendió que el funcionario escolar le
respondió que la contrataría de forma inmediata para cederle la clase que le
habían asignado a él pero que no podía atender por exceso de actividades.
Después decidió dedicarse de tiempo completo
a la asociación civil que había fundado, así que dejó de impartir clases, pero
cuando regresó a la UACH para tramitar su titulación le dicen que la están
buscando para que vuelva a dar clases a fin de promover el programa de
Universidad Incluyente, de manera que vuelve a estar frente a un grupo.
Comentó que para ella es muy importante
realizar actividades acordes a su carrera, además de recibir un salario fijo,
pues en la asociación civil su labor es de tipo altruista.
Además de compartir sus conocimientos con
los alumnos, su desempeño permite que los jóvenes vean la discapacidad como
algo normal en las personas, ya que un limitante físico no impide que se
desempeñen de forma perfecta.
Comentó que las personas con discapacidad
tienen derecho a ser incluidas en las actividades cotidianas que realiza el
resto de la sociedad y en cualquiera de los cargos laborales.
Publicado en Norte Digital