Dan Brown ha vendido doscientos millones de
ejemplares de sus obras.
El escritor norteamericano Dan Brown,
Solamente del Código Davinci, ha vendido 81 millones de ejemplares.
El pasado jueves 30 de mayo, Estuvo en la
Biblioteca Nacional de Madrid, donde dio una rueda de prensa, que duró 45
minutos.
Brown es una persona extraordinariamente
controvertida, por lo que escribe, y no por cómo escribe. Cuando digo, cómo
escribe, naturalmente, no me refiero a su estilo literario, porque eso es algo
personalísimo. Se trata de lo que dice, y cómo lo dice.
Le gusta abordar temas relacionados con los
diversos grupos integrados en la iglesia católica, las supuestas sociedades
secretas, la masonería, el Vaticano, etc.
En su última obra, INFERNO, se atreve a
hacer ciencia ficción, y parece que le preocupa el tema futuro de la
superpoblación de la especie humana.
Creo que la venta de doscientos millones de
libros, son muchos libros. Eso tiene que estar soportado en una impactante
promoción publicitaria, en una gran distribución comercial y en una sabia y
práctica inversión para la adquisición de un producto, que proporciona un buen
resultado y pingües beneficios. Sus libros se venden, pero lo realmente
asombroso, es que su persona, su figura, sin prodigarse, también.
Para mí, Brown, no es un novelista, y sí un
ensayista. Un ensayista, que novela sus ensayos. Le gusta la semiología o
simbología y la historia. Desde mi
personal punto de vista, su mejor obra es EL SÍMBOLO PERDIDO, que como suele
pasar, no es la obra más vendida.
El ensayo es un género literario que yo
suelo practicar con alguna frecuencia, con mejor o peor fortuna, dependiendo de
cómo me encuentre en cada momento. El ensayo es leído por un público muy
minoritario, y seguro que Brown lo sabe. Lo mejor es novelar lo que se piensa y
lo que se investigue, y si se tiene una imaginación desbordante, todavía mejor,
porque es la manera de incitar y excitar la mente del lector. Yo creo que a su
personaje central, Robert La
ndon, le
dará un infarto de miocardio, o le secuestrarán los anunakis.
Dan Brown, es más semiólogo o simbolista, ya
lo he dicho antes, que novelista. A mí, al menos, no me gusta como novelista;
pero hay que reconocer, que cuando da algún dato referido a la historia o a la
simbología, es bastante riguroso. Tan solo pondré un ejemplo para ilustrar lo
que digo: En su obra, “EL SÍMBOLO PERDIDO”, dice que el cristianismo no adopta
la cruz como su símbolo o enseña, hasta el siglo IV, naturalmente de nuestra
era. Que yo sepa, esto, no lo ha refutado nadie. En esta misma obra, que ya he
dicho antes que es su mejor trabajo, y creo que es el que menos se ha vendido,
cita cantidad de símbolos masónicos que yo desconocía.
Tengo que concluir diciendo que el éxito de
la venta de sus obras, se debe básicamente a que su editor, ha procurado y
procura que el marketing sea de excelente calidad, que es lo más importante
para el buen lanzamiento de un producto. Y como quiera que una gran parte de
los lectores de esta revista son deficientes visuales o ciegos, diré que para
aquellos que tengan interés en leer a Dan Brown y contrastar lo que digo,
pueden consultar en tiflolibros, que es una de las mejores bibliotecas
virtuales para ciegos del mundo.
Autor: Hilario Alonso
Sáez-Bravo. Madrid, España.