Cálido final.

 

-Nunca pensé que esto me estaría ocurriendo ahora. Mi corazón recibió una gran apuñalada certera, que terminó por aplastar mis sueños y paciones; No sé que realmente será de mí.

-Lo era todo para mí; Desde mi más mínima inspiración, hasta mi única y verdadera razón de vida. Sin eso en mi mundo ya nada importa.

         Yacía tirado sobre mi cama, ya no quería nada con el mundo y el mundo tampoco quería nada conmigo. Mi teléfono estaba colgado, no tenía intenciones de responderlo, pues ahora solo quería compartir solo conmigo. Sentía que solo mi ser era el único capaz de comprenderme.

Me quedé boca arriba, mirando el techo. No entendía que quería realmente, pero sí estaba consciente de que ya no saldría nunca más de mi habitación ¿Será mí fin? No lo sé. Y mis ojos se cerraron…

 

-¿Por qué?... ¿Porqué? Este mundo me ha dejado. Llevando sus manos a su rostro. –Dios se ha olvidado de mí… Mi destino se ha dado cuenta de que solo estoy aguantando en esta realidad dolorosa que me consume.

 

Un leve zumbido se pasó por sus oídos y el mundo de los sueños lo recibió en sus brazos. Ahora sí se fue a descansar de la cruda realidad que lo azotaba con su látigo de dolor.

 

A la media noche ocurrió algo que ni siquiera se lo esperaba… Vio un destello luminoso en la ventana de su habitación. Se puso de pie y caminó hasta esta; Al momento de quedar de frente su mente le jugó una mala pasada, pues creyó que alguien lo había estado observando, pero no era así, ya que en aquel lugar no había ni una sola alma. Se dio la media vuelta y comenzó a caminar hacia su cama; Ya cuando estuvo allí se volvió a recostar.

 

-¿Qué habrá sido? ¿Un sucio juego de mi débil mente? O tal vez ¿Algo más? Realmente no lo sé, pero si estoy consciente de que vi algo allí; Algo me había estado observando y de ese punto nadie me va a sacar. Cerrando una vez más sus ojos con un poco de desconfianza sembrada en su propio estado consiente.

 

A pesar de que dentro de su habitación no existía la posibilidad de que una mínima brisa entrara, ya que todo estaba cerrado, las cortinas de la ventana se comenzaron a agitar de un lado para el otro. Sintió este ir y venir de las telas al raspar suavemente la muralla y sus párpados se despegaron… Se encontró con que sus cortinas se estaban moviendo sin la necesidad de una brisa de aire y que además de eso la ventana ya se estremecía por alguna extraña razón.

 

-¿Qué demonios? Mirando fijamente el suceso paranormal que estaba ocurriendo y justo al frente de sus narices.

 

Se sentó y ocurrió algo que ni siquiera se lo esperaba… Como la ventana poseía dos cortinas, una de cada lado, se separaron, como si hubiesen sido levantadas por fuerzas de otro mundo. Ya con eso marcado como inicio la ventana se abrió de par en par, entrando una fuerte brisa al interior de la habitación…

 

-No puede ser. Sus ojos estuvieron a punto de dejar escapar sus cuencas de su lugar al no poder comprender lo que estaba viviendo en ese preciso momento de profunda angustia.

 

Ya con su ventana abierta por completo y una brisa de aire agitándose se encontró con algo asombrosamente paranormal… ¡Moléculas brillosas se agitaban de lado a lado con el ir y venir de aquella brisa! Era algo asombrosamente increíble, pues aquellas moléculas parecían partículas de polvo que flotaban en el aire sin mucha dificultad; Y luego de eso una figura se mostró en aquel lugar.

 

-¿De qué se trata esto? Se preguntó con mucha desconfianza de su vista.

 

No sabía si esto era una mala pasada de su visión o era la pura y santa realidad, pero ahora al frente de sus ojos surgió la apariencia de una hermosa hada de alas doradas. Esta no traía vestimenta alguna, su cuerpo estaba completamente desnudo al frente de los ojos llenos de preguntas. Poseía un hermoso cuerpo delgado sin muchas curvas, pero sí de muy linda figura; Su piel clara deslumbraba junto con aquellos ojos azules con un leve tono brillante, además ese bellísimo cabello dorado que caía por sus hombros, tanto por delante como por atrás  daba una apariencia mucho más alucinante.

Por alguna extraña razón ella se comenzaba a acercar; Paso a paso iba avanzando con sus pies descalzos.

 

Algo quería conmigo, pero no lograba sospechar que era.

 

-¿Qué deseas? Preguntó con su vos temblorosa producto al extraño suceso.

 

Llegó hasta la orilla de su cama y una vez allí se detuvo sentándose a su lado. Lo quedó mirando fijamente, y este lentamente fue sintiendo como aquella mirada azul lo iba envolviendo rápidamente, desde afuera hacia dentro.

 

Sus ojos me estaban penetrando y recorría los últimos confines de mi mente sin problema alguno; Realmente algo poseía en su ser que me estaba consumiendo y no lograba saber que era.

 

-Anda, ven aquí, yo te voy a cobijar entre mis brazos para que tu sufrimiento acabe aquí y no siga más.

 

Ella me habló con un tono suave y muy difícil de detectar, pues era muy bajo, pero mis tímpanos lo lograron atrapar para lograr reproducir el mensaje que quería que captara.

 

Aquella hada apoyó sus manos sobre los hombros ya cansados de él, luego con lentitud y suavidad lo fue arrastrando hacia su cuerpo desnudo para cobijarlo con su calidez. Él solo se dejó querer y atrapar por sus encantos divinos. De un minuto a otro ya estaba envuelto por su magia.

 

No sabía que me estaba ocurriendo, pero de lo que si estaba más que seguro era de que ahora mi ser yacía sobre el cuerpo de ella.

 

-Solo déjate llevar y no te arrepentirás.

 

Los delgados brazos de ella lo enlazaron y poco a poco fue sintiendo como aquel cansancio que lo envolvía siempre se asía mucho mayor; Llegando incluso hasta el punto de que su cuerpo no era algo vivo sino un montón de carne, músculos y huesos que pesaba enormemente.

 

-Tu sufrimiento acaba aquí.

 

Y los labios húmedos y delgados de ella se apegaron a su frente, entregándole una muestra de cariño incondicional.

 

No comprendía el por qué de mi cuerpo tan pesado, pero empezaba a sentir que mi alma se despegaba de su transporte físico.

 

-Despídete de este mundo. Cerrando sus ojos.

 

Y ya no supe nada más. Todo para mí dejó de tener sentido; Incluso al momento de comenzar a sentir aquel inmenso sueño, no me importó si despertaría algún día o no, solo quise dormir y solo eso.

 

Autor: Luís Montenegro Rojas. Graneros, Chile.

montenegros.luis@gmail.com

 

 

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