Audio descripción:

No sabía de cuanta información me privaba por  no ver  la película

Roberto Sancho Álvarez

Aunque  ya sobre pasan las 3 décadas en que las personas ciegas  cuentan con un soporte sonoro  complementario que ayuda a comprender mejor las películas cuando los realizadores consideran que  “una imagen dice más que mil palabras”, hasta hace pocos años  gracias a internet y la solidaridad de muchos amigos españoles primero y de otras latitudes después, podemos acceder a tan importante herramienta de comunicación.

Cuando una televisora local pasó la película el nombre de la rosa  basada en el libro  de Humberto Eco con el mismo nombre, habían escenas donde no sabía que pasaba y lo mismo me ocurriría en el cine si no fuera porque al sentarme en medio de mi hija y mi esposa, ellas me  describen lo que sucede  en espacios de ausencia de voz y presencia de música de suspenso.

Al principio me resistía a bajar los audios de las películas que compartían pues si las pasaban con imagen, cada una tardaría 3 días en bajar  en mi computadora por lo lento de mi ancho de banda.

Me decía que  si tenía una película, era para compartir con la familia  y a lo mejor, en lo más profundo de mi ser, no quería aceptar algo tan práctico  para un “ciego como yo”.

Luego de vencer las resistencias, me doy cuenta que  son muchos los aspectos que el oído no capta  cuando proyectan una película y por tanto las personas ciegas podemos  perder mucho del mensaje que un observador  atento disfruta.

Sin duda los profesionales de la ONCE, tuvieron que  aprender a jugar con el tiempo y el espacio, decir lo necesario, escogiendo cada palabra  para no ser redundantes  con lo que si puede una persona ciega  percibir en forma auditiva e intuitiva.

Un guiño de un personaje, el enfoque de un objeto, la lectura de un cartel en pantalla… pueden ser  los sutiles  argumentos que de no hacerlos notar en forma verbal, pueden dar al traste con la plena comprensión de la trama.

En Argentina  van por buen camino aunque todavía no alcanzan la medición milimétrica  que los  españoles tienen para no sobreponer el audio introducido para las personas ciegas, al original de la cinta.

Los cubanos trabajan en el tema  pero aún no escuchado  su trabajo  y los estadounidenses, manejan un concepto diferente de audio descripción  donde interpretan más que describen y esto no es de mi agrado.

Prefiero sacar mis conclusiones  a que alguien fuera del guionista, efectúe ese trabajo intelectual por mí.

Otra resistencia  que tuve que derribar  para  disfrutar del audio descripción, fue renunciar al audio latino para acostumbrarme al español.

Así que  bajé y escuché el Nombre de la Rosa  esta vez con audio español y audio descripción  y ahora sí tengo un mayor  caudal informativo que  cuando la proyectaron en la televisión nacional.

La idea ya se trasladó a otros ámbitos de acción como el teatro pero  mientras se pone en marcha en nuestros países en vías de desarrollo (para  calificarlos con términos positivos) una buena noticia es que algunos  estudios cinematográficos, ya  dieron los primeros pasos para  incorporar audio descripción  a sus cintas  lo que  permitirá su acceso en menos tiempo luego de del estreno y sin trasladarle los costos  a las organizaciones o instituciones para ciegos.

 

Autor: Roberto Sancho Álvarez. San José, Costa Rica.

rsancho@ccss.sa.cr

 

 

 

 

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