ESPÍRITU NAVIDEÑO
Desde el mes de diciembre de 2008 dejé de tener
“noticias” de Santiago al que procuré describir como un buen hombre, honrado y
trabajador, muy “progre” él, imbuido de un ambiente que chocaba frontalmente con
la educación que había recibido. Se titulaba aquella etopeya: “La lógica del
absurdo”, especie de paradoja que ponía de manifiesto el disparate de una
aparente “lógica” llevada hasta los máximos extremos. Decía que Santiago
militaba en movimientos de extrema izquierda, se había hecho ateo practicante,
por tanto, creía participar de los proyectos encaminados a eliminar crucifijos
de los colegios, prohibir procesiones, toques de campanas…, es decir, hacer
desaparecer vestigios religiosos, eso sí, cristianos. En las últimas reuniones
a las que asistió, se formularon ideas aún más peregrinas: acabar con los
templos, ermitas y romerías, porque, si un simple crucifijo entre cuatro
paredes, podía ofender la sensibilidad de algunos niños, ¡cuánto más lo harían
unas manifestaciones mucho más externas y multitudinarias! El absurdo llegó una
noche del 24 de diciembre cuando un “indigente intelectual” propuso poner fin a
-¿A qué nos conduce eso? –preguntó-.
-A
Santiago no aguantó más aquella “lógica”, se marchó a
su casa, revolvió un viejo baúl y empezó a instalar el Belén fabricado por su
padre. Así concluía esta breve historia.
Ignoro qué ha sido del bueno de Santiago. Supongo que
habrá abandonado las absurdas prácticas de
Con el citado artículo “La lógica del absurdo”, quise
escribir una especie de cuento navideño, esos relatos de los que tan
necesitados está el mundo actual, complejo atormentado y suficiente. No nos
vendría mal, sin duda, releer los famosos Cuentos de Navidad de Charles Dickens
(Canción de Navidad, El Carillón, El grillo del hogar…); o las Leyendas de
Bécquer, en especial, por estas calendas, su célebre “Maese Pérez el
organista”; o escuchar con deleite la conocidísima mundialmente Noche de Paz,
deliciosa creación del humilde músico austriaco Franz Gruber. Éstas y otras
lecturas y audiciones nos harán recrear el “espíritu de
Al “Espíritu de
Posiblemente estas líneas no sean muy “correctas
políticamente”, porque, miren ustedes, lo “correcto” en ciertos ámbitos
actuales son las proposiciones de ley tendentes a acabar con las esencias
cristianas de la sociedad occidental. Mientras, la crisis hace estragos por
doquier, asistimos al calentamiento del sufrido planeta y millones de personas
mueren literalmente de hambre en el mundo.
Autor: JOSÉ Mª DABRIO PÉREZ. Huelva,
Andalucía, España.