La
deserción en la educación y las políticas públicas orientadas a este fenómeno
educativo.
No
puedo comenzar mi participación en esta ocasión sin antes hacer evidente y
explicita mi felicitación al Dr. Bulmaro Landa por el aniversario de la revista,
la cual no ha sido un empresa fácil de llevar, sin embargo, y de manera
Homérica la revista ha llegado a su primera década y de la cual estoy seguro
que aún restan muchas paginas más por construir.
Ahora
bien, el tema de esta ocasión es el resultado de la suma de dos aspectos, la
deserción en la educación y las políticas públicas orientadas a este fenómeno
educativo. Sucede que en México de cada 100 niños que ingresan a la
educación primaria, sólo egresan 67 del nivel básico, a su vez, poco más de 57
jóvenes se incorporan a la educación media superior, pero ahí, cerca de23 de
los estudiantes no culminan tres años después, de los restantes, 12 ingresan a
licenciatura y sólo dos terminan sus estudios con un postrado.
Es
evidente que uno de los problemas nodale s
de la educación a la par de la calidad educativa, es la deserción escolar y por
ello se debe de poner gran énfasis a lo que el gobierno -en su calidad de ente
destinada por la sociedad para posibilitar el derecho a la educación- realiza
entorno a este tema.
En los
últimos años, el gobierno ha dispuesto de alternativas para buscar paliar el
problema del abandono escolar –en especial en la educación media superior y
superior-, sin embargo, la mayoría de las acciones se han orientado a
contrarrestar el factor económico como causa del fenómeno, sin atender las
otras causalidades que lo propician, lo cual no busca indicar que los apoyos
económicos deben de descontinuarse sino complementarse, ya que si sólo se
continúa con esta modalidad, se asocia más a los casos de la población en
estado de pobreza, donde sólo se le otorga un bien económico inmediato pero no
se busca atender el tema de fondo, esto es; las oportunidades de empleo y
desarrollo para que a través de su propio esfuerzo salga de su condición
económica.
Es
importante resaltar que las causas de deserción de índole económica
corresponden al primer aspecto por el que los jóvenes abandonan sus estudios,
sin embargo, en segundo lugar se encuentran las asociadas a la falta de interés
por la escuela, lo cual se encuentra vinculado al propio funcionamiento de las
instituciones.
Resulta
entonces que la propia dinámica de las escuelas desincentiva la
permanencia de los alumnos, lo cual
tiene su importancia y por ello, las acciones gubernamentales también deben de
orientarse en hacer una valoración del servicio que están ofreciendo y en
medida de los resultados, generar estrategias integrales que busquen motivar a
los jóvenes con becas económicas, así como tutorías y asesorías, para generar
un ambiente adecuado y generar mayores posibilidades de crecimiento personal y
académico.
Autor: Daniel Cuellar
Martínez. Atizapán de Zaragoza, estado de México. México.