Anécdotas de los Ciegos.
Con mucha frecuencia, los
invidentes pasamos por circunstancias propias de nuestra discapacidad, por
ejemplo, nos chocamos con los postes, paredes, personas, etcétera, nos caemos, no
bajamos la cabeza cuando vamos a subirnos en carros con techo bajo o inclinamos
la cabeza al subir a ciertos buses que tienen el techo muy alto, metemos el
pie, la mano y hasta la cabeza donde no debíamos, pisamos mercaderías como
platos de barro y otras cosas más; por apurados podemos tener problemas; son
cosas de nuestra vida cotidiana y relatamos algunas de ellas aquí.
El texto que tiene en sus
manos, está compuesto de tres partes, a saber:
*Anécdotas del Doctor
Kléber Guerra, donde narra sus anécdotas.
*Anécdotas de otros ciegos,
donde se narran las anécdotas de muchas personas en el país de las cuales no
citamos nombres porque no a todos les gusta que los demás se enteren de que
fueron ellos los que pasaron esas vivencias en ocasiones desagradables, queremos
que cada uno se sienta parte de este pequeño trabajo porque en varias ocasiones
hay similares historias en diferentes personas. También explicamos la forma en
que se realizan ciertas actividades para que sean mejor comprendidas las
narraciones.
*Vocabulario, donde se
definen palabras que pueden ser desconocidas para los lectores.
Anécdotas del Dr. Kléber Guerra
¿Un ciego puede escribir
con esfero?
Las personas ciegas podemos
estudiar sin ningún problema en cualquier colegio secundario. Cuando yo ingresé
a uno, era el primer invidente en dicho plantel y varios profesores de allí no
sabían lo que es el Sistema de lectoescritura Braille.
El primer día fue de
ambientación y yo suponía que no necesitaría llevar nada para escribir. Cuando
ingresó al aula el profesor de Castellano, dijo que cada uno escribiera en una
hoja las emociones que había experimentado durante el primer día en el colegio;
yo le expliqué que no tenía regleta, punzón y papel para tomar apuntes,
inmediatamente el profesor solicitó a los compañeros de mi clase que alguno me
prestara un esfero y una hoja.
¡Qué hermosas que están las
fotos!
Cuando estudiaba
Jurisprudencia, luego de clases salí con unos compañeros que iban a ver las
fotos que estaban en una cartelera a la entrada de la universidad y al momento
que miraban las fotos, dije: -¡Qué hermosas que están las fotos!- Un profesor
que se encontraba allí, dijo: -¡Claro que sí!- y se puso a un lado dándome
espacio para que me acerque más y (según él) pueda ver las fotos.
¡Ciego que lee lo que le
conviene!
En la universidad, un día
que tuvimos una hora libre, como no salí del aula, un compañero me encargó un
libro. Agarré el texto y fingí que leía, un estudiante del otro paralelo que no
sabía que soy invidente se acercó y me pidió que le ayude a interpretar un
artículo del Código Penal; le solicité que me lea dicho artículo y él
respondió: -¿Pero acaso el libro que estás leyendo no es el Código Penal?, ¡eso
dice en la portada!, ¡lee tú mismo el artículo!-
Broma equivocada
Me subí a un bus con dos
amigos, como había un solo asiento, me hicieron sentar allí. Mis amigos me
molestaban tocándome la cabeza y despeinándome, así que estiré la mano hacia
abajo para agarrarle a uno de ellos la pierna y molestarlo, pero al tocar que
era otra persona retiré rápidamente mi mano. Al bajarnos del bus uno de mis
amigos le decía al otro: -Ese señor que se bajó del bus estaba medio loco
¿verdad?, ¡me preguntó como si yo hubiera hecho algo!, "¿quién me agarró
la pierna?"-.
Ciego por conveniencia
Es usual aunque no lo
correcto, que cuando una persona ciega sube al bus sola el controlador no la
ayuda a ubicarse en un asiento y tiene que darse modos para buscar un sitio
donde sentarse. Yo me doy cuenta si puedo sentarme porque al pasar junto a los
asientos no rozan mis piernas o mis manos con los cuerpos de otras personas,
pues los hombros o las rodillas con frecuencia sobresalen a los costados de los
asientos.
Un día al no estar con ningún
rozamiento que indicara que había una persona sentada allí, me dispuse a tomar
asiento, al instante que puse mi mano en la parte baja del asiento, toqué la
pierna de una señorita que estaba vestida con minifalda y la primera reacción
de ella al no saber de mi discapacidad visual fue protestar ante la morbosidad
que creía me hacía proceder así.
Cieguito, ¡vea bien lo que
paga!
Al subir a un bus, pagué la
mitad del valor del pasaje como corresponde a las personas con discapacidad, el
controlador del vehículo me dijo: -El pasaje está incompleto-, le expliqué que
soy ciego y él me dijo: -Por eso mismo le digo-.
Ceguera contagiosa
Un día al salir de mi lugar
de trabajo, un compañero gritó: -¡Ya viene el bus!-, sin percatarse de que el
bus que venía no recorría la ruta que los presentes necesitábamos para ir a las
casas; sólo yo era ciego el resto todos veían, sin embargo, no se fijaron en el
cartel que indicaba la ruta del bus, yo confiado en que todos habían visto el
cartel del bus subí sin preguntar la ruta del mismo y tuve que bajarme en otro
lugar y subir en un taxi que me lleve hasta mi casa. Lo gracioso es que cuando
estoy sólo no he subido a un bus equivocado porque siempre pregunto al
controlador cual es la ruta del bus.
Rótulo grande, ¿lo vemos los
ciegos?
Me bajé del bus bastante
desorientado porque se desvió en la ruta ya que estaban arreglando la avenida.
Mientras caminaba con el bastón, se acercó un señor con el que surgió la
siguiente conversación:
-¿Cuál es el nombre de esta
calle?
-Es
-¿Qué no ve que soy ciego?
-¡Disculpe, no me había
fijado en el bastón que lleva!
Pregonar la mercadería,
¿para vender más o evitar accidentes?
Una noche me bajaba del bus
para ir a la casa, caminé unos cuantos pasos y al tropezarme en un gran pilo de
discos de música y películas, me caí sobre todo ese material. Me levanté y me
dirigí a mi casa sin ningún otro percance. Esa es una de las razones por las
que las ordenanzas municipales y el Código Penal contemplan como infracciones
la ocupación de las veredas con obstáculos y materiales que dificulten el
tránsito de las personas.
Como el vendedor de los
discos no está todos los días, podría suceder ese accidente otra vez si no
fuera porque cuando bajo del bus, pregona su mercadería con mayor fuerza como
intentando que yo lo oiga y camine con más cuidado "¡discos de música,
películas para DVD!".
Farmacia con aspecto de
hotel
Un día subí a un taxi y
solicité al conductor que me lleve al Hotel Riobamba In, donde se encontraban
muchos amigos ciegos de otras provincias del país; el taxista me dijo que no
podía llegar hasta la calle que cruza frente al hotel por las reparaciones que
estaban haciendo en dicha calle. Cuando el chofer detuvo el vehículo en el lugar
más cercano, me explicó que cuando me baje camine recto y llegaría a la puerta
del hotel; así lo hice, entré por la primera puerta que encontré y dije:
-Buenas tardes, ¿aquí se hospedan los señores no videntes de varias
provincias?- Mi interlocutor sonrió y exclamó: -¡Aquí es una farmacia!, A la
vuelta, a media cuadra está el hotel-.
¿Cieguito chofer?
Un día un amigo que no es
ciego me pidió el bastón, cuando estaba conduciendo sacó el bastón por la
ventana y lo movía como si se estuviera orientando, un militar que iba a cruzar
la calle hizo un gesto de gran admiración al pensar que el carro era conducido
por un invidente.
¿Pito que habla?
Una tarde me dirigía hacia
la parada de los buses para ir a mi lugar de trabajo, en cierto lugar estaban
construyendo un edificio; días atrás había un muro de arena y yo me imaginaba
que el rato que el bastón chocara contra dicho obstáculo debía bajarme de la
vereda, caminar unos 20 pasos para luego subir nuevamente a la vereda y
continuar la ruta normal, sin embargo, ese día iba yo muy distraído y el bastón
no tocó el supuesto muro de arena, al contrario, hubo una pequeña grada que
tuve que bajar, cuando me disponía a dar el siguiente paso, escuché que el
claxon de un carro era manipulado con evidente desesperación, tanto así que me
desconcertó, un poco molesto por dicho pito ruidoso di el siguiente paso y me
caí a un hueco hecho frente al edificio que se estaba construyendo. Empecé a
salir del hueco que tenía aproximadamente un metro de profundidad, deseando que
nadie me hubiera visto, apenas terminé de salir un amigo se acercó a ayudarme y
me dijo: -¡Yo era el que estaba pitando!- Yo le contesté: -¡Ni que el pito
dijera cuidado el hueco!-
¡Vereda altísima!
El mismo día, iba a cruzar la
avenida, (cuando un invidente va a bajar de la vereda a la calle, primero baja
el bastón para saber qué altura tiene la vereda y luego baja el pie); bajé el
bastón con gran sorpresa de que no tocaba piso en una supuesta calle que estaba
demasiado abajo, ¡hasta me arrodillé en la vereda para tratar de tocar fondo!
Al mover el bastón hacia los costados pude percatarme que lo estaba metiendo a
una alcantarilla a través de la rejilla.
Cieguito, ¡andará viendo!
Caminando algo rápido por
una vereda, pasó junto a mí una señora e involuntariamente le pegué con el
bastón, le dije: -Discúlpeme señora, soy ciego-, la señora me dijo: -Pero
andará viendo-.
¡Las mesas también tienen
dedos!
Fui a la discoteca con unos
primos, (con tanto ruido en esos lugares de diversión, me siento muy
desorientado y aturdido porque no puedo oír nada) de pronto sentí un golpe en
el pecho como si fuera de un dedo que me señalaba, le pregunté a mi primo que
si me decía algo y él respondió que no; sin embargo, al seguir sintiendo la supuesta
señal en mi pecho le insistí con la pregunta diciéndole que no me toque con el
dedo, él observó todo detenidamente y se dio cuenta de que lo que me tocaba el
pecho era una parte del borde metálico de la mesa en cuyo lugar me había
apoyado antes y como el tornillo estaba aislado se salió y me golpeó el pecho.
¡Ese man se hace el ciego!
En otra ocasión que entré a
una discoteca con un grupo de amigos y amigas, salí a bailar, la chica con la
que bailaba no sabía que al bailar separados uno del otro, debía indicarme con
un roce de manos o hablando al lado que giraba ella para que yo la siguiera y
no terminara bailando en otro lado de la pista; Cuando se acabó el set musical
me dirigí a la silla que primero encontré; al rato una voz desconocida me dijo:
-¡Amigo, sírvase una copita!- Entonces le pregunté si era amigo de alguno de
mis amigos, él respondió: -¡Yo le pregunto lo mismo, porque usted estaba en la
mesa de más allá y ahora viene a esta mesa!- Pedí disculpas, me puse de pie y
grité: -¿Dónde está la mesa de mis amigos?- y una persona del grupo que yo no
conocía dijo: -¡Ese man se hace el ciego, porque no ve que ahí cerca están los
panas de él!-
Una papa voladora y el
secreto es de dos
Una noche fuimos a dar un
sereno a la hermana de un amigo, después de haber cantado me brindaron un plato
con papas cocinadas, una presa de pollo y ensalada. Cuando me disponía a cortar
una papa con la cuchara, salió rodando del plato y cayó en el sillón junto a
mí, rápidamente agarré la papa y la volví a poner en el plato, suponía que
nadie me había visto porque minutos antes salieron todos de allí, sin embargo,
se acercó una señora y surgió la siguiente conversación:
-¿Le cambio la papita?
-¿Cuál papa señora?
-¡La que se le cayó al
mueble y volvió a poner en el plato!
La borrachera es ciega como
nosotros
Una noche un amigo que
también es ciego y yo, decidimos ir a comprar algo de licor. Al regreso, un
señor al percatarse que íbamos a cruzar la avenida se acercó y nos prestó
ayuda, luego de pasar la avenida, pensando que los invidentes no bebemos
alcohol, decía: -¡Qué desconsiderada que es la gente, en vez de venir ellos a
comprar, mandan a los pobres cieguitos a que les compren trago!-, mi amigo respondió: -Señor, la borrachera es
ciega como nosotros, ni ve donde se instala; en las personas sin discapacidad,
ciegos, sordos...-
¡El diablo!
En una fría madrugada
estábamos bebiendo licor en una cancha de tierra; encendieron una fogata para
calentarnos, un amigo se durmió y estaba del lado opuesto de donde yo me
encontraba. Al verme a través del humo desde el otro lado de la pequeña
hoguera, como yo estaba puesto una chompa roja con capucha y tenía la guitarra
en una mano a manera de trinche, exclamó: -¡El diablo!, ¡el diablo!- y salió
corriendo, ¡yo del susto me puse a rezar!
Ciprés modificado y sedoso
Un grupo de compañeros
fuimos a pasear a Guano. En el parque hay unos cipreses que están ubicados con
sus ramas formando la frase "BIENVENIDOS A GUANO", nos acercamos a
tocar los cipreses, de pronto toqué algo que me pareció un ciprés diferente y
dije: -¡Qué raro este ciprés!- y mi compañera que tiene el cabello bien zambo
gritó: -¡Es mi pelo!-
¿Cuál chola?
En el mismo paseo por
Guano, invité a mis compañeros a comer unas cholas. Cuando compré una funda de
cholas, le dije a una de las compañeras que se sirva una cholita, ella estiró
la mano hacia la funda esperando agarrar una muñeca con la vestimenta de una
chola cuencana y con gran sorpresa dijo: -¿Dónde está la cholita?, ¡esto es un
pan!-
Cuando se fue a Cuenca con
su familia, su hija compró una verídica muñeca vestida de chola cuencana y ella
le dijo: -¡Esta si es la chola!, ¡no la que me dieron en Riobamba!-
Cuatro anécdotas de un
mismo viaje
1. Mire el rótulo
Hace algunos años atrás
viajé con otro compañero ciego a Machala, al llegar tomamos un taxi con
dirección al hotel, el conductor debía haberse dado cuenta de nuestra ceguera
porque al subirnos al taxi guardamos los bastones; se detuvo el carro y surgió
el siguiente diálogo con el taxista:
-Ya llegamos.
-Señor taxista, ¿a qué lado
está el hotel?
-Allá, es el edificio verde
que está junto al restaurante, mire, donde está el rótulo.
2. Miren cieguitos
Dos días después, habiendo
terminado el trabajo que teníamos que realizar en Machala, decidimos ir a
pasear por Puerto Bolívar; en el grupo había un ciego parcial que guiaba a
cinco ciegos totales, todos íbamos con los respectivos bastones para tener
mayor seguridad en la movilidad. Caminamos por largo rato, fuimos luego al
muelle y subimos en una lancha. El conductor al saber que somos ciegos, nos
narraba todo lo que él veía, pero a cada descripción aumentaba la palabra
"miren", así: -Allá hay una fila de lanchas que se están preparando
para la procesión de
3. ¡Casi cieguitos!
Cuando nos acercamos al
muelle, el conductor de la lancha decía a sus amigos: -¡Vengan a ayudar a bajar
a los señores que son casi cieguitos!-
4. ¡Hubieran podido entrar
a ver los cuadros!
Cuando salimos del muelle,
caminamos hasta el muelle antiguo que ahora es de cemento, es una
representación de lo que era antes el muelle, en el centro de dicha edificación
hay una casa, nos acercamos a preguntarle a una señora sobre el uso que le dan
a esa casa y ella dijo: -Es una casa de exposición de pinturas, ¡lástima que no
esté abierta, hubieran podido ver los cuadros!-
Perdidos en la ida al bar
en el día de San Valentín
Decidimos ir a un bar
varios compañeros ciegos un 14 de febrero. Salimos todos de
El kiosco de DEKISTEL
Fuimos a la reunión del
Quinto Congreso y Sexta Asamblea de
Llegó uno de mis amigos y
con gran emoción al escucharme me saludó, estiró la mano y la metió justo por
la ventana de la maqueta del kiosco. Yo le dije: -¡Hola Víctor!, yo no soy tan
pequeño para entrar en ese kiosco-.
Falso certificado del curso
Los primeros días del mes
de septiembre del 2008 hubo un curso de Metodologías de
Esfero con tinta invisible
Me acerqué al Centro de
Mediación de
Bombo entinado
Un día mi mamá me pidió que
le ayude a subir unas tinas con ropa a la terraza. Cerca de las tinas había un
bombo. Como el bombo al igual que las tinas era redondo y yo solo toqué los
costados y no arriba, confiado de que era otra tina, subí también el bombo a la
terraza y mi madre me dijo: -¡Para qué traes el bombo acá!-
Embarcación remada al revés
Subimos en una canoa de
remos mis sobrinas, mi hermana, mi cuñado y yo. Empezamos a remar mi cuñado y
yo, (los 2 invidentes), cada uno remaba para diferente lado y la canoa giraba
en círculo en el mismo lugar. Tuvieron que tirar una soga para llevarnos a la
orilla de la laguna como si de náufragos se tratara porque con los remos no
saliéramos hasta ahora.
Vidrio verde
Mi papá tenía una fábrica
de vidrios templados en Riobamba. Los vidrios más baratos, más vendidos y más
fáciles de conseguir eran los de color claro, por lo que mi padre no templaba
de otros colores. Un día llegó un señor que quería un vidrio para una furgoneta
y le indicaron el vidrio, pero para su
gran sorpresa, el resto de ventanillas del carro eran verde claro; según dicen
casi no se nota la diferencia entre los cristales de color claro y el verde
claro sino cuando la luz del sol es fuerte. El cliente se lamentó porque el
color del vidrio no era igual a los otros vidrios de su vehículo y yo le dije:
-¡yo no noto la diferencia!-, el dueño del carro, pensando que yo veía, compró
el vidrio y se fue contento.
Anécdotas de
otras personas con discapacidad visual
Violación a la autoridad
Un ciego se disponía a cruzar la calle; cuando
escuchó que el tráfico se detuvo, pasó rápido, un policía había estado en la
mitad de la calle pero de espaldas a la vereda de la que él bajaba; se chocó
con él y el bastón quedó entre las piernas del agente policial provocando que
se cayera. Mientras el policía se incorporaba le decía: -¡Espere que me levante
para ayudarle a cruzar!-
Levántate chapa ocioso
Una noche se quedaron
varios ciegos bebiendo un poco de licor junto a un establecimiento policial.
Cuando salieron a sus casas, a las 2 de la mañana aproximadamente, un compañero
fue al destacamento policial, golpeó la puerta y dijo: -Levántate chapa ocioso para que me vayas a dejar a la
casa-. El policía salió y lo llevó a la casa.
Al día siguiente otro compañero
invidente le dijo al policía: -Yo le hubiera llevado a la prevención o al
Centro de Rehabilitación Social-, a lo que el policía respondió: -¡No valía
porque a mí mismo me hubiera tocado irlo a sacar!-
Chapa descomedido
Dos invidentes estaban
queriendo cruzar la calle y se acercó un policía para ayudarles, agarró a uno
de ellos por el brazo y el compañero que había escuchado el silbato del policía
pero no se había dado cuenta de que él mismo les estaba ayudando a cruzar le
decía al otro ciego: -¡Oye, qué descomedido ese chapa que no nos hace cruzar la
calle!-
¡Chapa ciego!
Un compañero iba por una
vereda en la cual había un hueco de un metro y medio aproximadamente del cual
conocía la ubicación exacta. Un policía se ofreció a ayudarle a pasar por tan peligroso
lugar; en un momento dado alguien le llamó la atención al policía y éste siguió
caminando mientras observaba al lugar de donde lo llamaron, cuando se acercaban
al hueco el invidente se soltó del brazo del policía justo a tiempo para no
caerse junto al agente.
¡Bochorno para el cieguito
relajoso!
Un señor con discapacidad
visual en estado etílico, subía con su bastón por una avenida, se detuvo junto
a un árbol del parterre y empezó a orinar. Un policía se acercó y le dijo que
no orine ahí, que no es baño público y que está ensuciando la ciudad; el ciego
le insultó al policía y le dijo: -¡Ya no me aguanto las ganas!-
Dos días después el mismo
ciego estaba intentando cruzar la calle y se acercó un policía para ayudarle,
al tiempo que le decía: -¡Buenas tardes, usted es el cieguito que el otro día
estaba ebrio y me quiso hacer relajo!, ¿verdad?-
Baño de fluidos estomacales
Unos invidentes en estado
etílico fueron invitados a un bar, el guía se acercó a la barra para comprar
comida y regresó a ver donde estaban sus amigos ciegos porque le llamó la
atención el grito de una mujer que decía: -¡Señor sucio!- Uno de los compañeros
había vomitado hacia atrás donde estaba sentado, justo en otra silla donde
estaba sentada la mujer que gritó.
Muchos cuentos de cenicienta
Dos invidentes en estado
etílico caminaban por una vereda que lindaba por un lado con la calle y por el
otro con una chacra de papas muy mojada por la lluvia reciente, giraron hacia
el lado de la chacra que no estaba al nivel de la vereda sino a un metro de
profundidad, se cayeron en el lodo y perdieron allí un zapato cada uno.
Dudosa confusión de pareja
Estaban bebiendo licor dos
hombres y una mujer los tres eran ciegos, uno de ellos quería besar a la chica,
ella no quería entonces el otro hombre que por cierto tenía la misma contextura
de la chica (eran los dos flacos), se puso en la mitad de los dos y el hombre
besó a su compañero apasionadamente pensando que era la chica.
Ilusiones peligrosas
Un ciego tenía que cruzar
frecuentemente por una calle bastante transitada, pero había alguien con una
voz femenina que le ayudaba a cruzar. El invidente a los días se hizo ilusiones
y pensó declararle sus sentimientos de amor a esa amable persona, cuando estuvo
cruzando la calle ayudado por el referido individuo, le preguntó el nombre a lo
que el buen samaritano le respondió: -Me llamo Jacinto-.
Dudosa identidad de género
Un compañero ciego que
tenía problemas auditivos por una fuerte gripe que lo aquejaba, conversaba con
otros compañeros así:
-¿Por qué siendo compañero
de Karina no le conquistaste?
-Porque cuando Arnulfo
andaba con Karina yo andaba con César.
Accidentado de nacimiento
Un ciego entró a una
farmacia y la vendedora lo vio y dijo: -¡Pobre cieguito! ¿Y cuándo se
accidentó?- Él respondió: -Desde que nací-.
Farmacia acertada
A un compañero que le dicen
de sobrenombre Oso y es ciego parcial estaba guiando a un ciego total. Al Oso
le dolía la cabeza y pidió a su amigo que le acompañe a la farmacia. Como
habían dos farmacias juntas, la una veterinaria y la otra para humanos,
entraron a la primera y pidió una pastilla para el dolor de cabeza; el
dependiente le explicaba que esa era una farmacia veterinaria y el amigo se rió
y dijo: -¡Entonces no nos hemos equivocado de farmacia!, ¡pide tu medicina y
vámonos!-
El cepillo de dientes
Hubo un receso en un curso
y salieron varios no videntes con personas videntes que los guiaban a comprar
algunas cosas. Un invidente le dijo a su guía que lo lleve a una farmacia y el guía
le preguntó: -¿Qué vas a comprar?- A lo que él respondió que un cepillo de
dientes y se ruborizó un poco porque no era eso lo que necesitaba comprar.
Cuando llegaron a la tienda el invidente decía que las cerdas de los cepillos
que le indicaban estaban muy suaves y no compró el cepillo dental. Cuando se
dirigieron a la farmacia, compró una caja de preservativos.
Al día siguiente un amigo
que se enteró de lo sucedido le preguntó: -¿Qué tal funcionaron los cepillos de
dientes?-
Espejito para que un ciego
se peine
En uno de tantos cursos que
se efectuaban en la ciudad de Quito, como duró varios días, los participantes
iban a almorzar en el mismo salón en el tiempo que estuvieron recibiendo la
capacitación; el primer día luego del almuerzo el mesero puso en la mesa de los
compañeros una pequeña bandeja de aluminio muy pulida y brillante destinada a
que sea depositado el valor del servicio prestado y la propina; uno de los
compañeros decía a otro: -¡Oye, aquí han sabido regalar un espejito!- Se guardó
la bandejita al bolsillo y salieron del establecimiento de comida.
Al día siguiente el mesero
se acercó donde el invidente que se llevó la escudilla y le dijo: -¡Señor!,
¿sería tan amable de devolvernos la escudilla de la propina que se llevó ayer?-
Restaurante extraño
Un no vidente le decía a
otro: -Oye hermano, yo me oriento en cualquier restaurante, hagamos la prueba y
verás-. Entraron a un restaurante, uno de ellos conocía muy bien el local. A la
entrada había que bajar tres gradas y el que no conocía y hacía gala de su
destreza rodó las gradas y fue a parar justo en la cocina; el otro compañero
sabía que allí había unas mesas pequeñas de la altura de un banco, destinadas a
que los niños almuercen cómodamente. Condujo al amigo que se había caído hasta
allí y el guiado, asombrado dijo: -¡Qué extraño!, ¡aquí hay sólo bancos y
ninguna mesa!-
Cenicero caliente
Un grupo de compañeros
invidentes estaban reunidos en una sala de una asociación de no videntes y se
encontraban en el receso de un curso de capacitación, uno de ellos tomó un
cenicero y empezó a fumar; el mesero llegó y sin previo aviso quitó el cenicero
y en su lugar puso un plato de caldo, el compañero sin darse cuenta de lo
sucedido votó la ceniza en el caldo y dijo: -¡Qué extraño, el cenicero está caliente!-
Jugo de hueso de pollo
Los invidentes sabemos
cuando un vaso está lleno o vacío por el peso, pero si el vaso es de plástico
desechable es más fácil porque al tacto se puede sentir el frío o el calor del
líquido, si es que lo hay.
En un almuerzo a un
compañero ciego quisieron jugarle una broma, le pusieron un vaso de cristal
vacío, en lugar del jugo colocaron un hueso de pollo, cuando él se disponía a
beber el líquido, luego de tanto alzar el vaso le cayó el hueso a la cara.
¡Presa viva aún después de
cocinada!
Un compañero en una cena
organizada por el alcalde, empezó a servirse la comida con cubiertos, (para los
no videntes es algo difícil comer con tenedor y cuchillo), cuando tuvo que
cortar la carne de la presa de pollo, se le cayó la presa, él, ruborizado ni
siquiera se atrevió a decir nada del producto que salió sorpresivamente volando
de su plato. Unos pocos segundos después, la mujer del alcalde, le dijo al
invidente: -Aquí tiene su presa-. La presa había caído justo a la falda de la
mujer del alcalde según las personas que pudieron ver lo ocurrido.
Viveza ciega
Un compañero entró con un
vidente a una marisquería, el señor vidente solicitó una Coca Cola helada; la
bebida estaba congelada de tal modo que no podía trastornar el contenido en el
vaso, golpeó un poco el pico de la botella contra el vaso para conseguir que
algo de
Extraños gustos
Entraron un ciego parcial y
un ciego total a un restaurante a tomar café, el no vidente parcial le aliñó al
compañero el café pero en vez de azúcar puso sal; una vez que el dueño del
local tuvo conocimiento, le cambió la leche porque pensó que él mismo se había
preparado el café ¡y por lo tanto no podía ver lo que ponía!
Comida de hojas de árbol
Un grupo de invidentes estaban
almorzando bajo la sombra de un árbol. De pronto todos coincidieron en que la
comida estaba amarga, uno de ellos explicaba que como es comida gourmet hay
veces que sirven cosas exóticas y que así mismo ha de ser el sabor; pasaba en
ese momento frente a ellos una señorita que exclamaba: -¡Pobres cieguitos,
están comiendo el almuerzo con hojas de árbol!-
¿Chaulafán con piedras?
Un invidente parcial con
tres invidentes totales fueron a comprar chaulafanes para sus compañeros; al
regreso se tropezaron y se cayeron, ¡con tal desgracia que se abrió una tarrina
y se regó el chaulafán! Preocupados porque no tenían dinero para comprar otro
chaulafán, recogieron la parte de la comida que consideraban que estaba limpia;
al entrar antes de dar la merienda a sus amigos, hicieron poner un poco de
comida de las otras dos tarrinas en la que tenía menos comida, para que tengan
similar cantidad. Cuando sus amigos terminaron de comer les preguntaron qué tal
estuvo a lo que uno respondió: -¡Estaba rico, pero me tocó con piedras!-
¡Extraña dieta!
Un compañero no vidente no
manejaba bien los cubiertos, así que cuando le invitaban a comer en compañía de
personas con las que no tenía confianza no comía.
Tuvo una reunión de varios
días en compañía de personas selectas de grupos religiosos católicos. El primer
día le invitaron a almorzar junto a personas que él no conocía, de la vergüenza
sólo comió frutas argumentando que estaba a dieta. En la noche le contó a un
amigo de confianza que también estaba allí, él le sirvió en la merienda
abundante comida porque era bufete y le cortó la carne. ¡Extraña dieta!
¿Verdad?
¡Más hermosa que nunca!
Una señorita ciega que
estudiaba en un colegio, luego de unos días de que su hermana le enseñó a
delinearse, agarró un lápiz de labios de color rojo pensando que era un
delineador y se pintó los ojos; cuando llegó al colegio todos pensaban que
había llorado.
Besos públicos
Una pareja de enamorados
ciegos que recién habían empezado su relación, fueron a besarse donde pensaron
que nadie los veía, pero la mamá de la señorita había estado a media cuadra
viendo todo y cuando pasaron por el sitio donde estaba la señora ella les dijo
emocionada: -¡Les viiii!-
¿Intento de traicionar a la
novia?
Un señor ciego iba con su
enamorada que lo guiaba, ella se detuvo a ver una vitrina y él se soltó del
brazo para darle mayor libertad de movimiento en la observación de los
artículos de venta, al rato escuchó que una chica caminaba y pensando que era
su enamorada se agarró del brazo, entonces escuchó que su novia se reía y le
decía: -¡Ven, todavía no me he ido!-
El precursor del beso negro
Un amigo caminaba con su
novia por una vereda, ella no vio ni él detectó con su bastón un hueco y cuando
estaba a punto de besarla en el mayor éxtasis del amor, cayó a unos dos metros
de profundidad.
El beso negro
Un señor ciego iba a
subirse al bus, no se percató que una mujer antes se había subido y estaba con
falda, como el bus era alto y la señora todavía estaba en la segunda grada
aproximadamente, el subió pero con la cabeza baja y justo la metió debajo de la
falda de la señora, se dio cuenta de ese bochornoso incidente porque quería
alzar la cabeza y la falda le impedía.
Intrusos en los planes
A muchos nos ha pasado que
cuando vamos a bajar del bus ya sea con nuestro guía o con otras personas, hay
pasajeros que al querer salir rápido se quedan en la mitad del guía y de la
persona ciega y se dan confusiones bastante graciosas.
Un señor invidente iba en
el bus con una amiga, al bajarse agarró del brazo a una chica y le preguntó:
-¿A dónde vamos?- Y ella respondió: -Su amiga está atrás suyo-.
La segundera
Una pareja de no videntes
iban en un bus, cuando debían bajarse, el hombre bajó primero y al querer ayudar
a bajar a quien creía que era su esposa, sentía que se movía al lado contrario
de donde él se acercaba para ayudarle a bajar y la señora le dijo: -Atrás mío
viene su esposa-.
¡Calla bruto, fui yo!
Este mismo compañero junto
con su esposa se embarcaron en el colectivo rumbo al trabajo, él se detuvo a
pagar el pasaje mientras ella buscaba asiento, pero los tubos para sostenerse
eran muy altos, el chofer aceleró el vehículo y ella cayó al piso del colectivo
y su esposo sin saber preguntó: -¿Quién se cayó?-, a lo que ella respondió:
-¡Calla bruto fui yo!-
Vero, ¡no nos cobraron!
Una pareja de invidentes se
subieron al bus, los ayudaron a sentarse pero como no había dos asientos
juntos, cada uno iba en diferente lugar del bus. Él no se había dado cuenta de
eso, pensaba que su mujer iba al lado suyo y dijo: -¡Vero!, ¡Vero!, ¡no nos
cobraron!- Una señora respondió: -¡Qué bueno! Pero su esposa está más
adelante-.
Nueva subida al bus
Un grupo de niños ciegos
que salieron a la calle, comentaban de sus destrezas en la movilización con el
bastón en la calle. Uno decía: -Yo me sé subir al vuelo en el bus-. Cuando les
tocó subirse al bus, subió rápidamente haciendo gala de sus habilidades, pero a
la llanta del bus.
¡Se me paró para atrás!
Un señor no vidente iba con
su cónyuge por una vereda, sintió que un tubo de su bastón se estiró y le dijo
a su cónyuge: -¿Tiene una cartera o algo donde me guarde el bastón? ¡Porque ya
se me paró para atrás!-
¡A un lado!, ¡ciegos
transitando!, ¡pero uno va disfrazado de ciego!
Un compañero tenía que
llegar rápido al terminal de buses intercantonales porque en pocos minutos
salía el último bus con destino al sitio donde vivía. Solicitó a un amigo
vidente que lo lleve. El amigo sabiendo la prisa que tenía el no vidente, le
pidió el bastón, se puso unas gafas negras y cruzaron por una calle muy
transitada sin mayores dificultades, pues los transeúntes se hacían a un lado y
los vehículos les cedían el paso, ¡pensaban que los dos eran invidentes!
Preso voluntario
Un compañero solicitó a un
amigo que es ciego parcial que le ayude a subir a un taxi para ir al Terminal
Terrestre, el compañero que es ciego parcial hizo paro a un carro y le hizo
subir al otro compañero. Más adelante el que subió al automóvil escuchó que
decían por una radio: -Patrulla número 4 ¿dónde se encuentra?- Desde la
patrulla responden: -Estamos yendo a dejar a un cieguito al Terminal
Terrestre-.
No hay diferencia...
Tres compañeros estaban
esperando un taxi, hacían paro a todos los carros que pasaban, tenían la convicción
de que únicamente un taxi pararía con la señal que ellos hacían. En efecto paró
un carro y los compañeros corrieron en dirección al sitio donde se detuvo el
carro, de pronto escucharon que un señor gritaba: -¡Esperen!, ¡esperen!, ¡ese
es el carro de la basura!-
Cuidado el hueco
Un invidente que iba en un
bus interprovincial, gritó: -¡Cuidado el hueco!- Cuál sería la sorpresa del
chofer, que al frenar no vio nada y quienes sabían de la broma dijeron: -¡No se
preocupe, el señor es ciego!-
Llamadas telefónicas
solicitadas a un taxista
Este mismo compañero
trabajaba alquilando un teléfono en un sitio público de la ciudad de Riobamba,
en cierto día quiso irse a su casa, al entrar a un taxi manifestó: -Por favor,
hágame una llamadita-.
¡Sin papas no hay trato!
Un compañero que se
encontraba ebrio, subió con su cónyuge a un taxi y le dijo al taxista: -Por
favor, lléveme a un sitio donde vendan papas fritas-, la esposa le dijo al
taxista en voz baja: -No le haga caso, llévenos a
¡Guía ciega para un
taxista!
Una señora ciega subió a un
taxi y le dio su dirección domiciliaria al conductor, éste le dijo que le
indique las calles por donde debe ir para llevarla a donde ella le había
solicitado porque no sabía leer. La ventaja en esta grave peripecia es que ella
tiene una buena orientación y pudo guiar al taxista hasta su casa.
¡Puerta aprisionadora!
Una compañera invidente
tomó un taxi para llegar a su casa y al bajarse agachó la cabeza para no golpearse en el borde del techo del
automóvil, al querer incorporarse su nuca chocó con algo, extrañada tocó y se
percató que había sacado la cabeza por la ventana abierta, ya que la puerta
había regresado hacia ella.
¡Cieguito araña!
Un señor invidente pidió a
una señora que le ayude a hacer paro a un carro sin aclarar que lo que quería
es subirse a un bus, la señora hizo paro a un taxi y justo atrás del taxi paró
un bus, el señor, confundido fue dirigido a la puerta del taxi, alzó el pie
hasta el asiento del automóvil como quien quisiera subirse al techo del mismo
porque pensaba que era el bus.
Asiento cómodo
Un amigo al subir en el
bus, cuando el carro aceleró se cayó sentado en medio pasillo y dijo: -¡Este
sitio está cómodo para sentarse!- y se quedó sentado allí.
Segundo asiento cómodo
Un compañero que tiene baja
visión subió al bus y en un sitio vio según él un asiento vacío, tomó asiento y
en ese momento se dio cuenta que se había sentado encima de un señor que tenía
un portafolio negro en las piernas.
Caída con efecto masivo
Se subieron seis no
videntes y un guía a un bus, como el carro iba rápido, curvó bruscamente y los
seis señores se cayeron en fila, uno tras de otro al empujarse entre ellos.
El golpe avisa
Un grupo de personas que
estaban ebrios al igual que un compañero invidente, le solicitaron a él que les
guíe a un sitio donde puedan comer, (eran horas de la madrugada); el compañero
subió al carro con ellos y dijo: -Sigan recto esta calle, yo les aviso hasta
donde-, llegaron hasta que la calle terminaba y como el chofer también estaba
borracho, al girar el volante, un lado del carro se subió a la vereda y el
automóvil se viró, el compañero alzando la mano dijo: -¡Soficieeeente!-,
queriendo indicar con ello que hasta ahí debían seguir recto.
Más ingredientes para el
refresco o nuevo calzado para el cieguito
Un compañero al bajar del
bus, metió el pie en un balde de refresco que vendía una señora, ella gritó:
-¡Mis refrescos!- Él asustado empezó a correr con el un pie metido en el balde.
Zapatos pesados y duraderos
Otro invidente caminaba con
su bastón y recorrió sin saberlo una calle donde recién habían puesto brea; no
se percató de ese detalle aunque sus pies se pegaban continuamente a dicha
sustancia. Cuando llegó a la asociación decía a sus amigos: -¡Ay, vengo
cansado!, ¡los zapatos me pesan! ¡No sé por qué será!- Quienes podían ver se
fijaron en los zapatos del mencionado ciego y se encontraron con la sorpresa de
que ¡la brea había formado unas gruesas plataformas en el calzado!; un amigo le
dijo que los zapatos le durarían unos cinco años, ¡duraron apenas unos meses!,
¡se dañaron rapidísimo!
Comiendo hasta por el
cabello y sin haber probado bocado
Otro compañero estaba
bajando unas gradas de un puente a desnivel y metió el pie en una olla de
morocho, la señora se enojó y discutió con él, luego le pegó al compañero en la
cabeza con un cucharón. Llegó al colegio y una amiga le preguntó: -¿Qué te
sucedió? Tienes los zapatos y las bastas del pantalón sucias, ¡hasta en la
cabeza tienes morocho!-
Hombre resorte ayuda a
salir al invidente
Un compañero caminaba por
una vereda sin saber que habían abierto un pozo de revisión de las líneas
telefónicas, por lo que se cayó allí, sobre un empleado de la empresa de
telecomunicaciones, el trabajador al sentir que alguien le caía encima trató de
incorporarse y el no vidente se impulsó fuertemente ayudado por el esfuerzo del
hombre que intentaba levantarse, salió del pozo y caminó rápidamente en la
dirección que iba antes disimulando lo ocurrido.
Caído por desobediente
Un compañero ciego, dentro
del plantel en el que da clases, como habían personas sordas que le molestaban,
no hizo caso de la insistencia con que uno de ellos le gritaba: -¡aaaa dadada,
aaa dadada...!- Dio unos cuantos pasos más y se cayó a un hueco bastante
profundo del que tuvieron que sacarlo con ayuda de una escalera.
¡Ayuden a esos borrachitos!
Un grupo de invidentes
salieron a hacer gestiones en una institución pública, cruzaron por una calle
que tenía varios huecos como de un metro de profundidad, bastante anchos, la
mayoría del grupo pasaron sin problemas pero los dos últimos del grupo se
demoraban en llegar al destino por lo que los demás preocupados los fueron a
buscar y se encontraron con la sorpresa de que se habían caído a uno de los
huecos, cuando estaban saliendo de allí un señor en estado etílico gritó:
-¡Ayuden a esos borrachitos a salir del hueco!-
Bastón volador
Dos ciegos transitaban por
una vereda donde había un hueco en el que sólo podía entrar un pie; uno de
ellos metió el pie en dicho agujero y al caerse su bastón salió volando a media
calle.
La globalización no tiene
límites
Entró un invidente en un
local y dijo: -Señora, véndame cinco panes-, la señora enojada respondió: -Aquí
no vendo pan, ¿acaso no ve que este es un local de venta de calzado?-
Helados de basura
Dos compañeros caminaban
con sus bastones junto a un mercado, escucharon que alguien vendía helados, se
acercaron algo rápido al lugar donde suponían que estaba el heladero, al tocar
una carretilla que pensaban que era del heladero, pidieron dos helados y el trabajador
municipal recolector de basura que era el dueño de dicha carretilla les dijo:
-Más allá está el heladero-.
El robo a ojo cerrado o
¡practicando el fútbol!
Un compañero estaba pasando
por medio mercado, (¡ustedes ya podrán imaginarse qué cantidad de obstáculos y
cuántas complicaciones pueden presentarse!), empujó con el pie derecho un
zapallo, luego movió el otro pie y ¡el mismo zapallo fue impulsado y rodó unos
¿Carro fantasma?
Cuando los ciegos estamos
solos con el bastón y queremos cruzar la calle, sabemos el instante en el que debemos
cruzar cuando no se escucha el ruido de un motor de un carro cerca. Incluso al
pasar por la puerta de un garaje o la entrada de un parqueadero sabemos si
debemos o no pasar por la misma referencia.
Un compañero caminaba sólo
con su bastón y cruzó por la puerta de emergencia de un hospital que a la
entrada tiene una pendiente, como no escuchó que entrara o saliera algún
vehículo, siguió su camino normalmente, cual sería la sorpresa al chocarse con
un carro que salía del establecimiento sin tener el motor encendido, pues como
hay pendiente a la salida del hospital no necesitaba prender el carro; el
compañero pensaba que habían llegado nuevos automóviles que no emiten ruido al
desplazarse.
¿Incomunicados?
Un señor invidente estaba
cruzando la calle pensando que ya ningún carro o bicicleta transitaba por el
lugar, de pronto un ciclista que iba rápido, chocó contra el bastón del ciego y
cayó con su bicicleta, el no vidente asustado, pidió disculpas esperando una
respuesta de todo lo ocurrido, pero el ciclista accidentado lo único que dijo
es: -Aaa, dadada, aaa-, luego hizo gestos y señales porque era sordo.
¿Por qué no la puso donde
yo no la vea?
Un señor había dejado su
bicicleta en media vereda, pasó por ese lugar un invidente y tumbó la bicicleta
al chocarse; salió el dueño de la bicicleta y dijo: -¿Por qué tira mi
bicicleta?- El aludido respondió: -¿Por qué no la puso donde yo no la vea?-
Calle modificada
Una señorita invidente
escuchó que un carro transitaba por el lugar que ella consideró la esquina de
la cuadra, ella debía girar justo por el lado del que salía el vehículo. ¡Cuál
sería la sorpresa, al momento de girar la supuesta esquina de la cuadra!, Una
señora le preguntó: -¿Qué desea señorita?, está usted en una carpintería-.
Acrobacia ciega
Caminaban dos señoritas
ciegas por una avenida en la que a uno de los lados había una cadena para
impedir que otros carros se estacionen ahí, una de ellas dio un paso, se enredó
con la cadena y se dio un trampolín, se le salió el zapato y le pegó en la cabeza
a ella misma.
Baño forzado
Un señor caminaba con su
bastón por un parque en cuyo centro había una pileta grande que estaba apagada,
subió unas gradas y cuando dio el último paso se cayó a la pileta.
El sifón ladrón
Una pareja de invidentes
caminaban por un barrio de alta delincuencia, iban rápido porque era de noche y
temían que los asaltaran. Pasaron cerca de un sifón y se cayó el bastón de la
persona que guiaba, asustados se agacharon para intentar meter la mano por la
rejilla y rescatar el bastón, un señor con un acento muy raro como de quienes
consumen frecuentemente marihuana, se acercó, les ayudó a sacar el bastón y les
dijo: -¡Vamos rápido!, este barrio es peligroso y no vale que les roben-.
Salieron del lugar muy asustados, más por el señor que les guiaba.
Burro mudo
Una señorita ciega quería
cruzar una carretera, la poca gente que transitaba por el lugar no le ayudaba,
escuchó algo similar al sonido de unos zapatos de taco y se acercó a pedir
ayuda a la supuesta señorita, al no recibir respuesta alargó la mano para tocar
a la persona inconsecuente que no le hacía caso; ¡sintió una piel peluda! Al
mismo rato un señor le decía: -¡Disculpe señorita, Manolito no habla!-
(Manolito era un burro).
Yo bajo así
Dos invidentes bajaban unas
gradas, uno de ellos se resbaló y cayó de pie tres escalones más abajo, el otro
le dijo: -¿No te pasó nada?- A lo que el primero respondió con mucha
naturalidad: -No, yo bajo así-.
¡Quisieron medir la
profundidad del hueco juntos!
Un señor ciego le guiaba a una
señora también invidente, caminaban rápido; en un lugar había un hueco por lo
que él se detuvo bruscamente, pero se inclinó un poco para tocar con el bastón
la profundidad del lugar y comprobar si era un hueco o un bordillo de una
vereda, como ella era gorda y tenía poca facilidad de movimientos, también se
inclinó agarrada del brazo de él, perdieron el equilibrio y se cayeron los dos al hueco, con tan lamentable
desgracia que se rompió el bastón.
Baldosas movedizas
Un ciego parcial veía un
sitio que parecía cubierto con unas hermosas baldosas que brillaban, POR DONDE
no pasaba la gente y lo que le parecía más extraño es que en otro lugar había
aglomeración de gente que hacía cola frente a una ventanilla por lo que los que
tenían que pasar a otro lugar de las instalaciones del edificio transitaban con
dificultad entre la fila de gente que estaba allí; decidió pasar por el lugar
de las baldosas imaginarias, cuando dio el primer paso, metió el pie en un gran
charco de agua.
Cieguito plomero
Un señor de baja visión que
en el día puede caminar sin bastón, una noche transitaba por la calle con su
bastón pero con cierta dificultad al manipularlo; cuando bajó de la vereda no
detectó que el sifón se encontraba sin rejilla y se cayó a unos dos metros de
profundidad aproximadamente; tuvo suerte de que el sifón estuviera limpio y sin
agua.
¡Andarán viendo, colegas!
Dos invidentes que
caminaban rápido con los bastones por la calle se chocaron entre ellos, pues
cada uno iba por un rumbo diferente y ninguno sabía que el otro estaba
acercándose a la misma esquina de la cuadra por el lado opuesto; cada uno dijo:
-¿Acaso eres ciego? ¡Andarás viendo!-
Asociación de clarividentes
Entró una señora a
Bastón con necesidades
biológicas
Estaban reunidas en un
hotel solo personas ciegas y ningún guía vidente, algunos iban incluso al baño
que estaba cerca con su bastón, tenían armados los bastones para utilizarlos inmediatamente;
uno de los invidentes se fue al baño y luego salió a seguir conversando,
después buscaba su bastón en todo el cuarto, en el comedor y hasta preguntó a
los camareros si habían visto su bastón. Estaba triste porque pensó que había
perdido su bastón pero otro compañero entró al baño y encontró el bastón detrás
de la puerta de dicho lugar.
Enojado por la caridad
Caminaban tres invidentes
con dos personas que los guiaban, una de las guías entró a una farmacia a
comprar medicamentos por lo que los tres compañeros se quedaron esperando junto
a la otra guía. Pasó un señor en estado etílico y les quería dar una moneda a
los compañeros, los dos primeros no agarraron la moneda porque no sabían que
dicho borracho estaba dándoles dinero, la señorita vidente que estaba allí le
dijo a uno de ellos que estire la mano pero no le dijo para qué y el señor
mencionado le puso la moneda en la mano al no vidente, este último se enojó con
la guía, le dijo que él no es mendigo.
¿Mandando un gran gol con el tarro de monedas de un mendigo?
Caminaban en la ciudad de
Baños de la provincia de Tungurahua varios ciegos guiados por un solo vidente;
cuando estaban entrando a la iglesia de
Mucha ingenuidad, o como no
veo no sé nada
Un compañero estaba
esperando el bus en una zona donde había mucha prostitución en una ciudad
grande, se acercó una trabajadora sexual y surgió la siguiente conversación en
voz baja:
-Mujer: ¡Vamos!
-Hombre: ¿A dónde?
-Mujer: ¡A la cama!
-Hombre: ¿A qué?
-Mujer: ¡A hacer el amor!
-Hombre: ¡Nooooooo!
Futbolista o patinador
Las personas ciegas podemos
jugar fútbol al igual que las personas videntes, primero necesitamos conocer la
cancha donde vamos a jugar, cada integrante del equipo debe saber en que áreas
de la cancha puede moverse de acuerdo a su función dentro del equipo y la
pelota debe tener en su interior pequeñas piedras, rulemanes, municiones o
cualquier otro tipo de materiales que produzcan sonido cuando la pelota gira.
Estaban jugando un partido
de indorfútbol los compañeros de Chimborazo y de cuenca, como la cancha era de
césped y estaba mojada por una lluvia reciente era muy resbalosa, un compañero
corrió tras la pelota, cuando quiso detenerse patinó y cayó sentado fuera de la
cancha donde había un charco de lodo.
2 desayunos bien puestitos
Algunos compañeros se
fueron a otra ciudad para participar en unos encuentros deportivos; una mañana
dos compañeros luego de mucha espera para que les den el desayuno, al no
recibirlo, salieron a buscar un restaurante para desayunar, se acercaron a un
sitio donde olía a café y había bastante gente, por lo que creyeron que ese era
un salón de comida; al entrar en el lugar, uno de los ciegos dijo en voz alta:
-Por favor, sírvanos dos desayunos ¡bien puestitos!-, se acercó un señor y en
voz baja les dijo: -Señores, esto no es un salón, es una funeraria y están
velando a un cadáver-.
Por meón
Un compañero tenía ganas de
orinar, estaba transitando por un lugar que difícilmente iba a conseguir un
baño, se acercó a un camión y se bajó el cierre de la bragueta del pantalón, en
ese mismo instante alguien que se encontraba en la cabina y lo había visto
acercarse, tocó el claxon y el no vidente se asustó.
Mejor compre frutas
En las mismas
circunstancias del anterior ciego, otro compañero se acercó a orinar en la
llanta de un camión, la vendedora de frutas que se encontraba en el cajón del
vehículo le dijo: -¿Qué desea jovencito?-
Bajada rápida
Quizás las tarimas son los
lugares más peligrosos para los ciegos, por eso es recomendable no subir sin
alguien que nos guíe o caminar de forma lenta y segura con un bastón.
Un amigo terminó una
presentación musical y como no llegaba ninguna persona a guiarle para bajar del
escenario, empezó a retroceder; luego de unos cuantos segundos se escuchó al
público que gritaba a coro: -¡Se cae!, ¡se cae!-; el no vidente, haciendo caso omiso
del público dio el siguiente paso hacia atrás y quedó colgado del borde de la
tarima mientras que su guitarra se rompió.
Nueva coronación a la reina
Un amigo integraba un
mariachi como vocalista del grupo. Un día se fueron a un concurso, luego de que
cantaron como en todo evento musical, tomaron algunas copas de licor; cuando
anunciaron quienes eran los ganadores del concurso, subió con su grupo a
recibir el premio, al bajar su guía no se acordó de indicarle que baje atrás de
él porque la escalera era estrecha, el invidente se cayó de la tarima que era
de unos tres metros de alto, como su bota se enganchó en la escalera, se le
salió y fue a caer en la cabeza de la reina de la ciudad donde se realizaba el
evento.
¡Viva la fiesta!, ¡pero
baila viendo!
En una ocasión un compañero
bailaba con su esposa, él le pegó un pisotón y ella manifestó: -Baila viendo-.
Aaaay, mi leche
Siempre el mismo compañero
caminaba por una calle con dirección a
¡Ni Dios se salva de
Un compañero fue a Misa, en
el momento de la comunión había una fila grande y él para comulgar rápido sacó
el carné de discapacidades y le dijo al Sacerdote: -¡Soy cieguito!, ¡soy
cieguito!-
¿Rindiendo culto religioso
a un parque?
Un señor invidente se fue
de paseo a otra ciudad con su consorte que no es ciega y otra amiga que les
indicaba los lugares turísticos, se dirigieron a un parque, se fueron a sentar en una banca,
como la guía les dijo -Aquí está la iglesia-, el compañero pensó que habían
entrado a la iglesia y se arrodilló para elevar sus oraciones, con gran
sorpresa de sus acompañantes, que se dieron cuenta que él se arrodilló porque
un señor miraba desde lejos admirado cómo el invidente oraba en el parque.
¡El ciego Lázaro de
Se fueron dos señores
ciegos a la iglesia, llegaron atrasados justo al momento del sermón cuando el
sacerdote preguntaba refiriéndose al evangelio: -¿Quién era el ciego?- Uno de
los compañeros respondió: -Emilio Carrión-. Su acompañante le dijo: -¡Cállese,
no ha de ser a nosotros que se refiere el sacerdote!-
Como no habían escuchado la
misa completa, se quedaron a la siguiente celebración de la eucaristía hasta la
lectura del evangelio que, obviamente era el mismo del ciego Lázaro y salieron
luego de la lectura, entonces el padre preguntó: -¿Quién era el ciego?- Y una
señora respondió: -¡Ahí está saliendo!-
Paisano tonto, ¡estás
dentro del estadio!
Un compañero hincha del
Olmedo de Riobamba, viajó a la ciudad de Guayaquil a oírle jugar a su equipo;
entró al estadio y sin darse cuenta preguntó: -Por favor, indíqueme ¿dónde está
el estadio?- a lo que alguien le
respondió: -¡Paisano tonto, estás dentro del estadio!-
¡Me pegué un sabroso gol!
Un buen día un compañero
hincha muy hincha del Olmedo de Riobamba, caminaba por las calles con su bastón
y su radio transistor, se encontraba nervioso por que su equipo estaba
empatando; se acercó a un quiosco de salchipapas solicitando una gaseosa, en
ese momento convirtió un gol el Olmedo y ya tenía la gaseosa en las manos, de
la emoción se llevó el radio a la boca y la gaseosa a la oreja.
¿Las horas son como los
goles?
Un compañero se encontraba
escuchando el Fútbol muy concentrado, llegó el hermano, le preguntó quién
ganaba y él respondió: -Son las 5 y media-, minutos después le preguntó qué
hora es y el compañero respondió: -Gana
¡El carnet... pero de
periodista!
Un señor ciego fue con su
hijo de tres años a escuchar el partido de fútbol en el estadio de Riobamba, el
hijo le guió hasta la entrada, cuando un señor le dijo: -¡Por favor, indíqueme
su carnet!- El compañero sacó su carnet de discapacidad del CONADIS a lo que el
otro señor respondió: -¡Ese no, el de periodista!- El compañero había estado
entrando al área del estadio donde ingresan los periodistas.
Gancho saludador
Un no vidente entró a una
oficina y saludó con todos los presentes dándoles la mano; de pronto un señor
que no tenía la mano derecha sino una prótesis le saludó dándole la prótesis y
el no vidente preguntó: -¿Quién está jugando con un gancho?-
Todos los borrachitos
empiezan por mí
Unos compañeros se
encontraban tocando instrumentos musicales y cantando, pero siempre el
guitarrista iniciaba en la misma nota (mi menor), el acordeonista cansado de ese
inicio musical manifestó: -Todos los borrachitos empiezan por mi-. Todos los
compañeros rieron interpretando que todos los borrachitos empiezan por él; el
acordeonista agregó: -Ese es mi arte, yo vivo de eso-.
¡Y todo por culpa del
macadán!
Dos amigos ciegos salían de
un curso realizado de uno de los Colegios de la localidad y caminaban por la
calle, en eso tropezaron con una montaña de macadán, cayéndose allí, el uno le
dijo al otro: -¡Levántate hijo!, ¡se me entró tierra al reloj!-, el otro
compañero sin poder levantarse, más le hundía en la tierra al primero porque se
apoyaba en él y discutieron un largo rato antes de levantarse.
¿Estoy con combinación?
Un compañero quería saber
si la ropa que se había puesto tenía colores que combinen entre sí y le
preguntó a otro: -¿Estoy con combinación?-, el interrogado respondió: -¡No te
veo con blusa ni mini!-
¡Río artificial!
Cierto compañero se acostó
cansado, prendió el televisor y se quedó dormido.
Al despertarse escuchaba el
ruido de un río y pensó: -Si bajo los pies me mojo-.
Tomando valor se incorporó
en la cama y se dio cuenta que el televisor estaba prendido y se había ido la
emisión.
Acompañante sintético e
invisible
El mismo compañero se
encontraba haciendo un paquete y se le cayó un pedazo de cinta de embalaje.
Como es ciego parcial fue solo al Terminal a enviar la encomienda; escuchaba
que alguien lo seguía, esperaba que entable conversación, pero esto no sucedía.
Al regresar del Terminal se agachó, tocó su zapato y se dio cuenta que tenía
pegado un pedazo de cinta.
¡Se equivocó de ciego!
Un invidente quería
quitarle el bastón a su compañero que pensaba que iba a pasar por esa vereda;
cuando escuchó que alguien con un bastón pasó a su lado, ¡le quitó el bastón!,
con gran sorpresa que era un anciano ¡y no era ciego! ¡Los dos se asustaron
mucho!
El perro que era y el perro
que no era
Un compañero tenía la
costumbre de en silencio acercarse a otro compañero, con su mano hacía como que
le mordía la pierna y ladraba como un perro, pero un día le hizo esa broma a su
amiga sin saber que un perro de verdad estaba tras de él, pegándole una buena
mordedura al bromista.
Permisito señor ... Caballo
En el aniversario de
¿Enamorado del caballo?
Un compañero caminaba con
la secretaria de una asociación de
ciegos por una calle aledaña a un mercado, pero él iba con su bastón junto a
ella, no iba guiado por la señorita. Como quería que sea su novia, le declaró
sus sentimientos de amor, cuando se acercó a besarla donde él suponía que
estaba, ella se había hecho a un lado porque allí estaba un caballo y el
compañero besó al caballo.
¡Quieto carajo!
Un ciego parcial estaba
yendo a
Permiso ... don Cerdo
Un compañero caminaba con
su bastón por una vereda, sintió que el bastón chocó contra algo similar a una
persona, inmediatamente dijo: -¡Perdón señor!, soy ciego-, entonces escuchó lo
siguiente: -Oint, oint, oint oint-. El bastón había chocado contra un cerdo.
¡El ciego que sirvió de
colchón protector!
Un no vidente salió con su
distraída novia a caminar por un parque, iban por el borde de una grada de un
metro de altura; de pronto él se resbaló, como iba agarrado del brazo de la
chica, cayeron los dos ¡él quedó justo debajo soportando el peso de ella como un
práctico colchón protector!
Colchón en polvo
Un invidente parcial pasaba
por el mercado, (como todos sabemos en los mercados la gente voluntaria o
involuntariamente se empuja entre sí) recibió un empujón fuerte, perdió el
equilibrio y se cayó acostado sobre una tina con máchica.
Aplanador de relojes
Un señor ciego caminaba por
una vereda donde habían muchos vendedores con su mercadería colocada en el
piso; pasó pisando unos relojes, como escuchaba un ruido metálico en sus pies
se movía más despacio y preguntó: -¿Qué es lo que pisé?- El vendedor dijo
enojado: -¡Son mis relojes, quítese de ahí!- El ciego retrocedió pisando el
resto de relojes, si hubiera tenido quien lo oriente habría dado solo un paso
más adelante para no pisar los demás relojes.
¡Nuevo policía municipal!
Un compañero que es ciego
parcial, normalmente caminaba sin bastón, pero un día se le ocurre caminar
moviendo su bastón de una manera exagerada por una vereda donde habían
vendedores ambulantes de comida, los comerciantes se hicieron a un lado junto
con sus ollas de comida, los tanques de gas
y las cocinas para dar paso al invidente que para su sorpresa luego de
pasar por el lugar, dobló el bastón, lo guardó en su portafolio y cruzó la
calle sin ninguna dificultad.
Evasión comercial
Dos ciegos entraron a un
bar y pidieron cuatro botellas con cerveza. Al instante que iban a pagar,
empezaron a discutir porque los dos querían cancelar la totalidad de la cuenta.
Salieron del bar, subieron a un bus y el uno preguntó al otro: -¿Pagaste tú la cuenta?-,
el otro sorprendido exclamó: -¡Yo pensé que tú habías cancelado lo de las
cervezas!-
¡Jugo fresco de mandarina
para bañarse!
Un compañero caminaba con
su bastón por un mercado donde estaban muchos vendedores, cruzó por un sitio
sin que su bastón detecte un cargamento de mandarinas, de pronto pisó unas
cuantas mandarinas y salpicó el jugo a la vendedora y todos los que se
encontraban cerca.
¡Deliciosas las galletas
que tiré al piso!
Un señor ciego estaba yendo
a la parada del bus con rumbo a su casa; en el camino se chocó con un pilo
grande de cajas de galletas y salió corriendo con su bastón, pero un señor lo
alcanzó y le dijo: -¡Espere!, venga-. Le hizo entrar a la tienda donde estaban
metiendo las cajas de galletas y hasta le brindaron café, él pensaba que le
iban a cobrar de las cajas de galletas que había votado. Cuando terminaron de
entregar en la tienda toda la mercadería, le preguntaron al invidente: -¿Adónde
se va usted?- Él dio la dirección con tal sorpresa que ellos iban a una tienda
cercana a su casa. Cuando le dejaron en la puerta de su casa, él preguntó:
-¿Cuánto les debo de las galletas que voté?-, ellos le dijeron: -¡No se
preocupe!, mejor tenga estas galletitas para que se sirva en su casa, son las
que usted votó-.
¿Hablando con el aire?
Cierto compañero acudió al
banco a depositar un cheque cruzado, se acercó a donde una Señorita para que le
ayudara, ella le llevó frente a un escritorio, le ofreció una silla para que
tome asiento, el compañero se sentó dándole la espalda a la señorita porque la
silla que era giratoria se había dado la vuelta; él le decía su número de
cédula y le entregaba la misma al aire.
¡Nalgada equivocada!
Un amigo que tiene baja
visión, observó que su compañero de clase en la universidad tenía un pantalón
blanco, él pensó que por esa prenda lo podría reconocer fácilmente; Pasó por
allí una profesora que también tenía un pantalón blanco, el compañero le dio
una palmada en la nalga y le dijo: -¡Hola Carlos!-
¡Vemos cuando nos conviene!
Un ciego y un vidente se
pusieron a discutir, el ciego se alteró tanto que le dio un puñetazo al
interlocutor justo en la boca. ¡Cualquiera diría que vio para acertar el golpe!
¡Se le paró ... el
relojito!
Algunos ciegos totales no
pueden diferenciar cuando es de día o de noche sino porque preguntan, leen la
hora en un reloj braille o escuchan en un reloj parlante.
Un compañero se despertó y
acudió a su reloj braille y al leer las cuatro de la mañana siguió durmiendo,
pero luego de un rato un familiar golpeó la puerta y dijo: -¡Ya levántate o no
vas al trabajo! ¡Son las siete y media de la mañana!- Al reloj se le había
terminado la pila.
¡Celular invertido!
Un compañero agarró el
celular para hablar, desesperado decía: -¡No te oigo, hermano!, ¡habla más
fuerte!- Había agarrado el celular con las teclas hacia fuera y le hubiera sido
imposible atender esa llamada telefónica si no contaba con ayuda de alguien que
le dijo que dé la vuelta al celular.
¿Qué hace Danielito sobre
la refrigeradora?
La consorte vidente de un
señor ciego se fue al mercado y él se quedó con su hijo. El niño hizo una
travesura y él le quería castigar por lo que el niño se escondió y aunque lo
buscó por toda la casa no lo encontró; cuando la mujer regresó del mercado le
preguntó a su marido: -¿Qué hace Danielito sobre la refrigeradora?-
¡Chinesco orientador!
Una pareja de ciegos
estaban ordenando unos casets, ella le pasaba los casets cuando él le pedía, de
pronto surgió el siguiente diálogo:
-Presta el caset.
-¡Ya te di!
Él algo enojado le decía:
-¡Yo no he agarrado nada!- En ese mismo instante escucharon que su hija de dos
años agitaba el caset como chinesco, muy emocionada.
Comunicación o advertencia
en otros idiomas
Un señor salió de la cocina
y cerró la puerta, su hija de un año y medio le decía: -¡Nuz!, ¡nuz!- Él no le
hizo caso y le dijo a la niña: -Hijita, vamos a dormir- y la llevó a acostarse
aunque ella no quiso e iba llorando. Al día siguiente su consorte le dijo:
-¡Heriberto, haz dejado prendida la luz de la cocina!-
¡Papa!, ¡papa!, ¡papa!
Una niña de un año le pedía
a su mamá jugo; la madre creyendo que el vaso de cristal que estaba en la mesa
era de jugo lo agarró y lo acercó a la boca de la niña, pero antes de que el
vaso roce sus labios lo apartaba y decía -¡Papa!, ¡papa!, ¡papa!- La señora
luego de tanto insistir, movió el vaso y al sentir que no era líquido metió la
mano y tocó una naranjilla.
Con microbios es más rica
la ensalada
Hubo una reunión navideña
en una asociación de no videntes.
Pidieron al conserje de dicha institución que cocine el almuerzo para todos los
socios. Luego de entregarle los ingredientes necesarios para dicha labor,
fueron ha hacer otras actividades. Como el conserje era bastante descuidado,
dejó en una de las gradas del edificio la olla con la ensalada lista para
servir; un compañero invidente bajaba apresuradamente las escaleras y metió el
pie en la olla de la ensalada. Quienes supieron del incidente, salieron
disimuladamente de la reunión y se fueron sin almorzar allí.
Calzón volador
Llegaron varios compañeros
ciegos a hospedarse a un hotel porque en esa ciudad había una reunión de
Asamblea de
Lluvia de meados
Se efectuó una reunión en
el campo donde asistieron personas de varios tipos de discapacidades. En la
noche estaban bebiendo licor y un compañero invidente subió a su cabaña; al no encontrar
ningún baño, salió a la puerta y empezó a orinar. Como la cabaña era alta como
si de un segundo piso se tratara, la orina caía aspergeándose. Algunos
compañeros se encontraban abajo de la cabaña y al principio pensaron que estaba
lloviendo ¡pero desde las nubes!
Drácula quiere ir al baño
Un estudiante ciego que
estaba en el internado en
Pie de pericote
Una pareja de invidentes se
levantaron para ir al trabajo; la señora empezó a buscar sus zapatos, pero con
el temor de encontrarse con una rata que por la noche había estado merodeando
en el dormitorio. De pronto tocó algo caliente que se movía y retiró
rápidamente su mano. El cónyuge exclamó: -¡Es mi pie!-
Ratones cuadrados
Los niños ciegos al igual
que el resto de niños, gozan de una gran imaginación que está aumentada por los
objetos y seres vivos que no conocen y se inventan una forma muchas veces
alejada de la realidad. Así, una niña pensaba que los ratones son cuadrados.
Tocar el cielo con las
manos
Gracias a ese poder
imaginativo, la misma niña que escuchaba en las canciones versos que referían
el "tocar el cielo con las manos", pensaba que la gente alta podía
tocar el cielo con las manos.
¡No cierren la llave!
Un grupo de estudiantes
ciegos se estaban cepillando los dientes, una chica lavaba su cepillo dental en
un supuesto grifo de agua que no era constante; lo que ella no sabía era que el
supuesto grifo era el agua que votaba una de sus compañeras y cuando dejó de
escupir su compañera ella exclamó: -¡No cierren la llave!-
Sala remodelada
Un señor no vidente que
vivía en una ciudadela de Guayaquil donde las casas son parecidas en varias cuadras,
entró en la casa que creía que era suya, Se sorprendió porque los sillones
estaban en otra posición en la sala pero de todos modos se sentó en un sillón y
hasta se sacó los zapatos. Salió una señora que él no conocía y le dijo: -¿Qué
desea señor?- Inmediatamente se puso los zapatos y salió ruborizado del lugar a
buscar su verdadera casa.
Carro estático
Estaban dos invidentes en
estado etílico esperando un bus, en un cantón que por la noche los vehículos
casi nunca paran para llevar pasajeros; ellos hacían paro a todos los carros
que pasaban pero ninguno se detenía. Oyeron que un carro se detuvo y corrieron
hasta donde escucharon el motor, sin embargo, el automotor ya se había ido, así
que subieron corriendo las supuestas gradas del bus. Se chocaron contra una
puerta de un quiosco; cuyas escaleras eran metálicas, probablemente similares a
las gradas de un bus.
Braille inentendible
Un señor ciego en una
cocina agarró un rallador, lo empezó a tocar minuciosamente y dijo: -¡Quién
escribiría estas tonterías!-
¡Luis Braille murió recién!
En
III. Vocabulario
Acierto: Acción y efecto de
acertar. Dar en el punto a que se dirige alguna cosa.
Anécdota: Relato breve de
un hecho curioso que se hace como ilustración, ejemplo o entretenimiento.
Aspergear: Rociar, esparcir en menudas gotas un
líquido.
Automotor: Dícese de la
máquina, instrumento o aparato que ejecuta determinados movimientos sin la
intervención directa de una acción exterior. Aplícase a vehículos de tracción
mecánica.
Baja visión: Dícese de la
persona que puede ver para hacer determinadas actividades como caminar sin
ayuda de otra persona o un bastón, pero que hay otras cosas que no puede
realizar como la lectura de un texto con letras pequeñas.
Bastón: Vara de una u otra
materia, por lo común con puño y contera que sirve para apoyarse al andar o en
el caso de las personas con discapacidad visual sirve para detectar los
obstáculos e irregularidades del piso y así movilizarse solo o con poca ayuda.
Bastón blanco: Bastón de
color blanco, utilizado por los ciegos para movilizarse sin ayuda de un guía.
Bombo: Tambor muy grande
que se toca con una maza y se emplea en las orquestas y en las bandas
militares.
Braille: Sistema de
lectoescritura a base de puntos que es perceptible al tacto y es usado por los
invidentes.
Canoa: Embarcación de remo muy
estrecha, ordinariamente de una pieza, sin quilla y sin diferencia de forma
entre la proa y la popa.
Cartelera: Armazón por lo
general de madera que sirve para colocar allí los carteles, anuncios o
fotografías.
Chapa: (En el Ecuador)
manera despectiva de referirse a los agentes policiales.
Chola: Mujer mestiza que
tiene origen indígena y europeo. Muñeca que representa a una mujer mestiza. Pan
con dulce de raspadura en su interior, originario del cantón Guano provincia de
Chimborazo.
Ciego/a: Persona privada de
la vista.
Ciego/a parcial: Persona de
baja visión, que tiene vista pero no la suficiente para valerse de ella en
todas sus actividades diarias.
Ciprés: Árbol de la familia
de las cupresáceas, que alcanza de
Claxon: Bocina eléctrica de
sonido potente que llevan los vehículos. Se usa también en otros sitios, por
ejemplo, en los estudios cinematográficos para dar señales.
Contravención: Infracción o
falta a la ley que no tiene mayor repercusión en la sociedad.
Código Civil: Conjunto de
disposiciones legales referentes a las relaciones de las personas entre sí y de
éstas con el Estado.
Código Penal: Conjunto de
normas jurídicas que estipulan sanciones a quienes cometen delitos o
contravenciones.
Consorte: Mujer o marido.
Cónyuge: Mujer o marido.
Desacierto: Equivocación.
Decepción: Pesar o tristeza
por un engaño, falta de verdad en lo que se hace, o se dice.
DEKISTEL: Siglas de un
departamento de
Delito: Acción de una
persona que causa daño a otros o a la propiedad de terceros o del Estado.
Escudilla: Bandeja o plato
en forma de media luna.
Estático: Que permanece en
un mismo estado, sin mudanza en él.
FENCE: Siglas de la
institución para ciegos que significa Federación Nacional de Ciegos del
Ecuador.
Hospedaje: Alojamiento y
asistencia que se da a una persona.
Garruchas: Ruedas que se
colocan en las sillas y otros muebles para poder moverlas con facilidad.
Invidente: Ciego, que no
ve.
Irónico/a: De ironía; Burla
fina y disimulada.
Irritante: Que da ira.
Jocoso: Que causa gracia o
chiste.
Lapso: Tiempo transcurrido
en una actividad.
Ley: Conjunto de normas que
regulan las relaciones entre las personas.
Maqueta: Modelo plástico,
en tamaño reducido, de un monumento, edificio, construcción, etc.
Mediación: Medio
alternativo de solución de conflictos sin llegar a juicio o habiendo litigio
ante un juez, se resuelve antes de la sentencia con un amigable componedor.
No vidente: Persona ciega.
Cabe indicar que esta palabra no consta en el diccionario, sin embargo, es muy
usada en los países de habla hispana.
Obstáculo: Impedimento,
dificultad, inconveniente. Objeto que impide el paso por un camino.
Ordenanza Municipal:
Conjunto de preceptos referentes a una materia emitidos por un municipio para
el buen gobierno de la ciudad o comunidad.
Pregonar: Decir y publicar
a voces uno la mercancía o género que lleva para vender.
Punzón: Instrumento con
cabeza de madera y punta metálica afilada que conjuntamente con una regleta
sirve para la escritura del Sistema Braille.
Receso: Tiempo que dura la
suspensión de actividades.
Recoger: Agarrar objetos
que se han caído del piso y meterlos en algún recipiente o bolsa.
Regleta: Instrumento para
la escritura del Sistema Braille, consistente en una regla con celdas ubicadas
en filas unida a otra regla que tiene agujeros con fondo limitado para permitir
pinchar el papel con un punzón para que se formen las letras y no se rompa el
mismo.
Remo: Instrumento de
madera, en forma de pala larga y estrecha, que sirve para mover las
embarcaciones haciendo fuerza en el agua.
Resorte: Muelle, pieza, generalmente
de metal, que puede recobrar su posición si se la separa de ella. Fuerza
elástica de una cosa.
Rubor: Color que la
vergüenza saca al rostro, y que pone encendido.
Rulemanes: Pequeñas esferas
metálicas colocadas entre el eje y la rueda de un vehículo o las garruchas.
Rodamientos.
Impreso en Sistema Braille en:
Imprenta Braille de
Dirección: Londres 17-12 y Budapest.
Autores: Dr. Víctor Kléber
Guerra Rengifo. Riobamba, Ecuador.
Y
Ángel H. Páez I. Riobamba,Ecuador.