PRENDAS A LAS DESOBEDIENCIAS.
ESCENARIO:
Un aula amueblada con
escritorio, pizarra, pupitres y asientos y un cartel sobre la pizarra dice 3º
grado “A”.
PERSONAJES:
Un grupo de alumnos y
entre ellos, Celeste, Miguel, Oscar, Mirta, Sabina…
Maestra.
1º ACTO
1º ESCENA
Maestra: (cerrando el libro de cuento que
acababa de leer y que deja sobre el escritorio). -Bueno chicos, ya terminamos
de leer este viejo cuento tan leído y contado en el mundo “Caperucita Roja”,
ahora voy a proponerles un comentario escrito sobre el mismo, lo que ustedes
piensen u opinen sobre este cuento, tienen la libertad de escribir lo que
piensen o sientan o crean conveniente reformar, luego cada uno comentará para
todos lo que haya escrito ¿les parece interesante la propuesta?
Celeste: (levantando su mano expresa con vos
segura, y llama la atención del grupo entero) –Seño, quiero decir algo ¿puedo?
Maestra: -¡Cómo no Celeste! ¿Qué deseas
decirnos?
Celeste: -Desobedecer no es un crimen,
simplemente es estar en desacuerdo con las órdenes que nos dan otras personas.
Maestra: -Tienes razón niña ¡no es un crimen!
¿Pero qué debemos hacer cuando no estamos de acuerdo con las órdenes?
Celeste: (con soltura) -Hablar con nuestros
mayores, como si fueran amigos.
Maestra: (deteniéndose, mira a su alumna con
curiosidad) -¿Tú piensas que es así?
Celeste: (se apura a respondes) -Si seño, y
además me pregunto ¿por qué la castigaron tan severamente?
Maestra: -Por haber desobedecido a su mamá.
Celeste:-¡Pobre niña, castigarla con la
muerte a ella y a su abuelita! Además de la muerte no se vuelve, a mi me parece
que debería tener un desarrollo y un final diferente.
Maestra:-Muy bien Celeste, me parece correcto
tu razonamiento crítico, ahora te toca a ti, inventar un final diferente, (se
dirige a la clase) pero tengan en cuenta que esto es solo un ejercicio que
hacemos, pero el cuento original, nunca se podrá cambiar, quedará siempre tal
como lo escribió su autor.
Celeste: -Si seño, ya lo tengo en mente.
Maestra: -Adelante, escríbelo y luego se lo
leerás a tus compañeros. (Dirigiéndose a los demás niños) -¿Y ustedes niños,
qué piensan de esto, opinan como Celeste, o dejarían desarrollo y final como
está?
Alumnos: (todos a la vez levan la mano y
hablan con vehemencia) -¡Si seño!
-¡Opinamos igual!
-¡Queremos cambiarlo!
-Celeste tiene razón…
Maestra: (tratando de ordenarlos) -¿Todos
opinan similar, o hay alguien que piense diferente? (observa a sus alumnos mirándose
unos a otros en silencio) -En vista que todos coinciden en cambiar el final,
los invito a trabajar sobre el desarrollo y final del cuento.
Miguel: -¿Puedo acotar algo seño? (se
incorpora levantando su mano)
Maestra: (mira al alumno)-Si Miguel, ¡encantada!
Espérame un segundo (dirigiéndose a la clase) Esta es una clase debate y por
ende todos tenemos la absoluta libertad de opinar sobre el tema, cuando más
opiniones diversas haya, será más interesante y productivo el resultado de sus
trabajos (mirando nuevamente a Miguel) disculpa la interrupción Miguel, pero
necesitaba hacer esta aclaración a todos para que entiendan cual es el
significado de este trabajo y el modo en que podemos realizarlo, ahora dinos lo
que deseabas comentarnos por favor.
Miguel: -Gracias seño, yo creo que cuando a
uno lo mandan a hacer algo, ya sean padres, abuelos o maestros que son nuestros
segundos padres, debemos obedecerlos, porque ellos saben como debemos hacer
cada cosa, y si no hacemos caso nos puede pasar algo malo, como a Caperucita.
Oscar: (incorporándose en su asiento y con la
mano arriba) -Yo seño.
Maestra: (mirándolo) -Si Oscar, dinos.
Oscar: -Cuando nos pasa esto de no estar de
acuerdo con algo ¿lo podemos decir a nuestros mayores sin que se enojen seño?
Maestra: (sonriendo conmovida) – Sin ninguna
duda que la opinión de cada uno de nosotros siempre es válida, aunque sea de un
niño, de un adolescente, de un adulto, o de un anciano, siempre debemos
escucharnos con el mayor respeto y en ese marco de respeto, es como debemos
plantear al otro nuestras opiniones, para evitar así malos entendidos, lo que
nunca debemos hacer, es alterarnos al emitir nuestros pensamientos en voz alta.
Mirta: (desde su asiento levanta su mano y
con un gesto de algarabía, opina) -¡Qué interesante es esto de poder decirnos
las cosas que pensamos, lástima que la mayoría de las veces nuestros padres no
nos escuchan, nos hacen callar y nosotros nos quedamos tristes por eso!
Maestra: (acercándose a la niña) -¡Bueno
Mirta, la vida es un continuo aprender, para solucionar cada caso de la mejor
manera! Nuestros papás también tienen mucho que aprender, y sólo se logra
haciendo, tengamos en cuenta que nadie nace sabiendo todo, a medida que pasa el
tiempo, vamos sumando experiencias y saberes, aunque seamos grandes.
Sabina: (sin incorporarse de su asiento
también expresa) -¡Tendríamos que traer a nuestros papás a escuchar esta clase
seño!
Maestra: (entusiasmada) -¡Cómo no Sabina,
acabas de darme una gran idea! Si logramos ponernos de acuerdo con algunos
temas de horarios y todo eso, (aclara en un paréntesis) ¡Porque no nos
olvidemos que muchos de los papás trabajan y no tienen todo el tiempo
disponible! Si, podríamos invitarlos a participar, de clases activas como
estas, para que sepan como sienten sus hijos y así puedan entenderlos mejor.
(Da un paseo por entre los alumnos tomándose las manos y muy animosa dice) -¡Se
me acaba de ocurrir! Y ustedes me la han dado, una gran idea que puede servir
para todo el colegio y ¡es posible que luego valga para que los demás colegios
tomen nuestro ejemplo! ¡Estoy muy feliz niños, miren en lo que ha derivado
nuestra clase activa, en un posible proyecto que iría más allá del aula,
incluye a toda la comunidad educativa! ¿Qué les parece? ¿Lo proponemos a la
dirección?
Los alumnos: (opinan alborozados) –Sí seño.
-Hagámoslo pronto. –Lo más rápido que se pueda. –Está buenísimo. –Qué bueno
seño…
Maestra: -Hoy es un día maravilloso, se los
agradeceré siempre, esto hay que proyectarlo muy a conciencia, lo comentaré con
el personal directivo para elaborar el orden de los acontecimientos y los
tendré al tanto pues ustedes se lo merecen por ser los creadores de esto tan
interesante para todos ¡gracias niños!
Alumnos: (responden eufóricos) -¡Gracias a
usted seño! -¿Usted tiene mucho que ver en esto -¡Sí, es muy comprensiva! -¡Nos
entiende! -¡Es re buena!...
Maestra: -Bueno mis primores, ahora debemos
elaborar por escrito nuestras opiniones sobre el cuento de Caperucita, para
mostrárselo luego a la señora Directora y a la señora Vicedirectora ¿comenzamos
ya?
Alumnos: (se escuchan comentarios diversos)
-¡Bravo! ¡Qué bueno! ¡Ya lo haremos! ¡Gracias seño!...
Maestra: (poniendo orden en el grupo) – Me
encanta el entusiasmo que demuestran, pero ahora hacemos silencio para no
molestarnos entre nosotros, si hacemos silencio podemos concentrarnos en lo que
escribimos y no turbamos al grupo. (Obedientes, se acomodan en sus pupitres
lapicera en mano, y se disponen a escribir en silencio, compenetrados cada uno
en su tarea)
2º
ACTO
1º ESCENA
Maestra: (dirigiéndose a la clase) -Veo que
la mayoría ya ha culminado su tarea, y si es así podremos comenzar las
exposiciones.
Alumnos: -Yo seño, yo seño, yo seño… (Todos
al unísono levantan la mano para ser atendidos por la maestra, menos Celeste
que sigue escribiendo abstraída en su relato)
Maestra: (algo incómoda) -Chicos, no podemos
hablar todos juntos ¿qué les parece si esperamos a que su compañerita termine
su trabajo para que pueda escucharlos?
Alumnos: (hacen silencio murmurando disculpas)
-Si seño. –Perdón. -Esperaremos…
Maestra: (da otras vueltas por el aula
revisando uno y otro trabajo, hablando
en voz muy baja a sus alumnos, luego va hasta su escritorio mira sus carpetas,
toma nota de algo, mira su reloj y comenta) –Ya llega la hora del recreo,
debemos salir al patio por algunos minutos para descansar, en la hora
siguiente, continuaremos la clase, dejen cerradas sus carpetas. (se escucha un
timbre) -¿Salimos chicos? (todos se levantan y salen apresurados, excepto
Celeste, que sigue escribiendo)
2º ESCENA
Maestra: (acercándose a la niña, toca
suavemente su hombro como para llamar su atención) -¿Te falta mucho Celeste?
Debes salir a distraerte un poco con tus compañeros, luego continúas.
Celeste: -¡Por favor seño, permítame quedar
un ratito más para que no se me escapen las ideas! Ya casi termino.
Maestra: (sonriendo) –Está bien querida, un
ratito más y luego sales a despejar tu cabecita, es necesario para que no te
canses.
Celeste: (tomando su lapicera nuevamente)
–Gracias seño ¡qué buena es usted!
Maestra: (sale del aula diciendo) -Te espero
en el patio niña.
3º ESCENA
Celeste: (escribe unas frases más, y se
incorpora carpeta en manos) -¡Bueno, ya terminé! Espero no tener tantos errores
y que a mi seño le agrade, ahora jugaré a que yo soy la maestra que les contará
un cuento (va hasta el frente del aula imitando a su seño, comienza el relato
imaginando que estaban todos con ella) –Sólo les leeré el final que es lo
reformado, Caperucita sale de la panza del lobo, lo mira tirado en el piso, y
le dice: ¡viste lobo malo, por comerme ahora tú estás muerto y yo estoy viva,
pero yo me pregunto, ¿porqué mataste también a mi abuelita si ella no
desobedeció a nadie? y tú ¿a quién desobedeciste? (espera un ratito y continúa)
-A mí me salvó el leñador y a ti, ¿quién te salvará? ¡Nadie, nadie te salvará
porque eres malo y a los malos no los salva nadie, salvo que te arrepientas de
ser malo (espera un ratito) –Hubiese sido mejor, que sólo me asustaras, que no
comieses a mi abuelita ni a mí, entonces estarías vivo (de pronto da un paso
hacia atrás sorprendida y como si todo fuese real, le habla al lobo que en su
frenesí, se levanta del piso) -¡Ya sabía yo que todo era mentira, que nadie
moriría, vete al bosque con los otros lobos, yo volveré con mi mamá a contarle
que a mi abuelita se fue con mi abuelito a buscar estrellas al cielo, que están
contentos y no desean volver, pues allá son muy felices y además estarán juntos
para siempre y también le contaré que junté flores en el bosque (levanta el
puño cerrado como si tuviese el ramo).y que se las regalé para que se fuese
feliz.
(Se escucha un timbre pero Celeste está tan
compenetrada en su discurso que no se percata de la culminación del recreo y
sigue actuando como si nada, sus compañeros y su maestra regresan al aula justo
para escuchar el final del relato de Celeste)
4º ESCENA
Maestra y alumnos: (aplauden felices) ¡Muy
bien Celeste, lo terminaste! (tapa su carita con sus dos manitas, mientras deja
caer su carpeta al suelo avergonzada)
Maestra: -Está bien tesoro, serás una gran
actriz, lo hiciste excelente, ahora lo repetirás frente a tus compañeros para
que ellos se enteren de tu gran obra.
Celeste: -Pero cómo seño, ¿ya terminó el
recreo? ¡Qué rápido pasó! Yo no la obedecí, me quedé en el aula sin acudir al
patio, tal como usted me lo pidiera.
Maestra: -Sí niña, tienes razón, ahora te
mandaré al lobo para que te coma (bromea la maestra, abrazando a la niña y
haciendo un guiño a los demás, lo que provoca risas en el grupo)
Celeste: (habiendo levantado su carpeta,
sigue con su cabecita gacha en muestra de arrepentimiento) -Se muy bien que
usted nunca haría eso, porque es muy buena, seño.
Maestra: -Sólo era una broma Celeste, y
además el lobo ya se fue al bosque ¡lo dijiste tú!
Celeste: -Yo he desobedecido, pido perdón, no
volverá a ocurrir, lo prometo.
Maestra: (dirigiéndose a los compañeros) -¿La
perdonamos niños?
Alberto: (levanta la voz convocando mayorías)
-Será la última en leer su obra, esa será la prenda que deba pagar ¿de acuerdo
compañeros?
Compañeros: (aprobaciones varias) -Si.
-Nos parece bien.
-Darle una prenda suave.
–Debe ser de acuerdo a la desobediencia
cometida
–Si, porque no hay que violar las órdenes.
-En todo caso se puede discutir antes, dijo
la seño.
-Así somos justos con nosotros mismos.
–Si. –De acuerdo.
–Si seño, nos parece justo.
Maestra: (con gesto cómplice, también acota)
-Me parece justo a mí también y tú ¿qué dices Celeste?
Celeste: -Gracias a todos, se que tienen
razón, lo acepto con el mejor ánimo de justicia, mi papá siempre dice “Se
comienza por casa los buenos cambios” “Se predica con el ejemplo” (se retira a
su asiento acompañada por su maestra, que la conduce con el brazo en su hombro)
Alumnos: (ocupan sus lugares sonriendo
satisfechos y toman sus carpetas dispuestos a comenzar sus exposiciones)
Maestra: (se acomoda en su escritorio) -Antes
de comenzar las exposiciones quiero expresarles lo feliz que me hacen estos acontecimientos,
para los docente, estos son nuestros primeros grandes triunfos. He aprendido
mucho de ustedes yo también ¡gracias chicos!
(Los alumnos separan todos a un costado de
sus pupitres y rompen en cerrado aplauso)
Maestra: (se incorpora nuevamente aplaudiendo
regocijada, se acerca a sus alumnos y luego abre sus brazos como para
abarcarlos a todos) ¡Estoy orgullosa de ustedes, los quiero mis amores!
Alumnos. (todos juntos) -Y nosotros a usted
seño, ¡Seño!... ¡Seño!... ¡Seño!... (Sin dejar de aplaudir acompañan
dándole ritmo al coro de voces)
TELÓN
Autora: Clara Sofía Santana Miranda. Paraná, Entre Ríos, Argentina.