3 de Mayo, entrada en vigor de la Convención sobre los derechos de las Personas con discapacidad.

¡1 de mayo - 3 de Mayo! ¿Casualidad?

 

El 3 de mayo se conmemora la entrada en Vigor de la Convención sobre los derechos de las Personas con discapacidad (CDPD); por ironía del destino, 48 horas antes se celebra el Día Internacional del Trabajo.

Relacionarán estos días el Ministerio de Trabajo, el Consejo Nacional para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, el Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral, la Procuraduría para la Defensa de los derechos humanos, entre otras Instituciones Públicas, y las Organizaciones y Fundaciones de y para las personas con discapacidad?; ¿recordarán los compromisos adquiridos por el País al ser Parte de la CDPD y de la inclusión, no discriminación, garantía y promoción de todos los derechos y libertades fundamentales de las personas con discapacidad?.

Seguramente, igual que en años anteriores, si las Instituciones Públicas, obligadas por ley y por Misión Institucional, no recuerdan días internacionales establecidos para conmemorar diferentes tipos de discapacidad, sensibilizar sobre nuestros derechos y libertades fundamentales y hacer conciencia de como prevenir discapacidades como secuelas de enfermedades y accidentes (sobre todo de trabajo y de tránsito) mucho menos se acordarán que se conmemora la entrada en vigor del primer Tratado de derechos humanos del Siglo XXI y el más importante para las PCD que abandona el Modelo Médico e inicia la evolución del modelo Social de la Discapacidad, basado en derechos humanos.

Probablemente no saben que en los primeros meses se conmemoraron días relacionados con la Discapacidad, ni mencionarán en el Día del Trabajo la cruda y triste realidad del desempleo de la mayoría de las Personas con Discapacidad en edad laboral.

Aunque han pasado décadas de la entrada en vigor DE LA CDPD, son pocas las acciones en favor de la Discapacidad; de no realizar acciones que desarrollen NUESTROS DERECHOS HUMANOS y se tomen en consideración nuestras necesidades específicas; La falta de acciones habla más que las palabras resumidas en discursos reciclados.

Las prioridades que cambian año con año, ejemplo, reconstrucción después del Conflicto, desastres naturales, la pandemia del COVID, contracción de la economía mundial, permanente violencia, corrupción, bajo crecimiento económico y sobre estimación de una Minoría “de moda”, sobreprotegida y financiada, en detrimento de la protección y garantía de derechos de Grupos Vulnerables y en situación de Vulnerabilidad, me convencen de que, en lugar de acciones de discriminación positiva para igualarnos al resto de la Sociedad, las Personas con Discapacidad recibimos acciones afirmativas de discriminación … ¡menos mal que todas las personas somos iguales!.

Porqué se discrimina a Grupos Vulnerables y en situación de vulnerabilidad, para anteponer a una Minoría, de Programas Sociales y laborales; porqué la desigualdad al no establecer oficinas en casi todas las Instituciones Públicas para difundir y garantizar nuestros derechos; no reformar la currícula escolar como lo demanda la CDPD, falta de apoyo en seguridad social y en tecnologías de la información y comunicación accesibles.

Esta predilección demuestra indiferencia -discriminación hacia las Personas con Discapacidad; desatendiendo, igualmente, a personas sin discapacidad, adultos mayores, indígenas, desplazados sociales y a otros Sectores de la Población.

Así, el 3 de mayo, un País de Renta Media, demuestra como excluye a las personas con discapacidad que, a pesar de ser uno de los 3 Grupos Vulnerables de la Población, tampoco es de su interés. No se han creado Instituciones nuevas (incluyendo al Ministerio Público, no se ha reforzado política y económicamente al CONAIPD ni se exige y verifica que se cumpla el porcentaje establecido por la Ley para la inclusión laboral de las Personas con Discapacidad en Instituciones Privadas y Públicas (incluyendo Cargos de Dirección y Gerenciales), según nuestras capacidades, habilidades y formación académica.

No desean conocer cuántas personas somos para no elaborar y desarrollar Políticas y Programas Nacionales, ni Planes Sectoriales focalizados que tengan impacto en la vida de las PCD y sus familias. Igual que otros Gobiernos, no estiman necesario realizar un Censo Especializado para saber la Población total con discapacidad en el País y cuáles son nuestras necesidades específicas; consideran que sólo les bastará mezclar datos de la Encuesta del CONAIPD, datos de los adultos con discapacidad del Registro Nacional de la Persona Natural, datos parciales de los Ministerios de Educación y Salud; quizás, datos de la eliminada Encuesta Nacional de necesidades y propósitos múltiples y cuestionables datos del último Censo de Población y Vivienda, realizado hace más de tres décadas.

La discriminación hacia las PCD, sobre todo con discapacidad sensorial, es tan evidente, por no decir descarada, que existe como regla no escrita en la casi totalidad de las Instituciones Públicas, a pesar de la vigencia de Instrumentos Internacionales y Legislación nacional convertidas en adornos que se suman al Árbol Artificial de LEGISLACIÓN incumplida y disfrazada de parciales cumplimientos. Normas suscritas, ratificadas y creadas para colocarnos como un País moderno que trabaja aprobando leyes que se quedan en papeles o en archivos digitales.

El incumplimiento de derechos y libertades fundamentales de las personas con discapacidad no se debe a la ausencia de Normas, el problema gravita en la falta de Voluntad del Estado causada por la insensibilidad e intolerancia; exclusión que se ampara bajo los tapices multicolores de la discriminación e impunidad que el Poder da a muchos Funcionarios y Empleados públicos.

¡1 de mayo - 3 de Mayo!, ¿Serán casualidad las fechas inmediatas?; no se debería actuar por casualidad cuando se trata de denunciar el incumplimiento progresivo de derechos y libertades fundamentales de Grupos Vulnerables de la Población.

Empero, realizar incompletas denuncias en Informes alternativos evaluados a larga distancia, en viajes a Ginebra cada 4 años, en declaraciones para la Prensa o discursos en Días establecidos en el Calendario de la ONU, habla mucho de la parcialidad en la promoción y denuncia “independiente” que hacen Instituciones nacionales que, valiéndose de su “reputación” y por la ausencia de fiscalización imparcial, violan derechos y libertades fundamentales de sus trabajadores con discapacidad y de sus trabajadores encargados de la atención de PCD (madres, padres o tutores).

La realidad de las Personas con Discapacidad tampoco mejora por la falta de denuncia en Foros Internacionales, en reuniones de Organizaciones Internacionales de personas con discapacidad y en Organismos Multilaterales. Ausencia de denuncias nacionales e internacionales de Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de la PDDH, que no consideran de importancia la vulnerabilidad de las PCD en El Salvador (situación crítica de las que viven en condición de pobreza, pobreza extrema y desplazados sociales en zonas urbanas y en áreas rurales alejadas).

En 2023 se prorroga la exclusión de la Discapacidad de la Agenda Nacional del Gobierno de El Salvador; continúan ensombreciendo el igualitario cumplimiento de los derechos y libertades fundamentales de las Personas con Discapacidad con una cortina fantasma que cubre la Igualdad con la Desigualdad, actualmente en favor de viejas y reformuladas (disfrazadas) Ideologías y Minorías que se unen social, económica y políticamente para, como las denunciadas en el Siglo XX, conformar las nuevas Castas que decían criticar.

3 de Mayo, ¿Día especial para las Personas con discapacidad?; quizás para otros Países, para la ONU, sus Agencias Especializadas y Comité sobre los derechos de las personas con discapacidad, pero no para El Salvador.

Las pocas o casi nulas acciones del Estado Salvadoreño son su Carta de Presentación y la diaria discriminación de millones de personas con discapacidad y sus familiares es la Realidad que viven y le gritan al Gobierno sin ser escuchadas.

Realidad históricamente desatendida y no estudiada es la discriminación, negación de derechos y libertades fundamentales de las personas ciegas, sordo ciegas y con discapacidad múltiple. Todos los Gobiernos han descartado en sus Agendas política, social, económica y en su ¿Plan? de inclusión de la Discapacidad a las personas con discapacidad visual; más que todo en las áreas social, laboral, educación de calidad de acuerdo a sus necesidades, accesibilidad y exclusión digital. No se puede hablar de verdadera inclusión cuando se lesionan derechos de cientos de miles de personas con discapacidad visual, ni cuando viven como desplazados sociales y en la mendicidad ¿decenas o centenas? de miles de personas con ceguera en asentamientos marginales en zonas urbanas y en áreas rurales alejadas y abandonadas.

La situación de la discapacidad visual, sordoceguera y discapacidad múltiple es un Tema “políticamente incorrecto” por estar fuera de las “acciones y resultados nacionales positivos de inclusión”; lacónicamente mencionado en los Informes Alternativos de las Organizaciones y PDDH.

En la República de El Salvador se excluye a un indeterminado número de Mujeres y varones con discapacidad en diferentes etapas de vida: adultos mayores, adultos, jóvenes, adolescentes, niños y niñas nacidos y por nacer, incluyendo a las personas con discapacidad pertenecientes a Pueblos indígenas, Desplazados sociales, salvadoreños retornados y migrantes.

Deberíamos valorar cómo se desarrolla este 3 de mayo; quizás nos volvamos a decepcionar al percibir que nuestra realidad es cada vez menos importante. Tal vez muchas Personas con Discapacidad concluyan que la mayoría de Instituciones harán la misma pantomima el 3 de diciembre, cuando se conmemora el Día de las personas con discapacidad…

“Nada de nosotros sin Nosotros”.

 

 Autor: Alexander Kellman Rodríguez. San Salvador, El Salvador.

 akerddd@hotmail.com

 

 

 

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