Páginas de Historia
En el escrito “La fundación legal de
Cancún” de mi autoría dice en el primer renglón “Cancún en la realidad, cumple 39
años de su fundación mediante el Decreto publicado el 10 de agosto de 1971”
cuando en certeza debió decir “Cancún en la realidad, cumple 38 años de su
fundación mediante el Decreto publicado el 10 de agosto de 1971”.
Con humildad debo de reconocer este error,
que mancha el trabajo… aunque como suele decirse que fue obra de los famosos
“duendecillos”.
Don José Martínez de Sousa en “La
ortografía en la prensa” escribe en la introducción que “Es difícil que
transcurra un solo día sin que en algún periódico o revista aparezca una carta
de algún lector quejándose de las faltas de ortografía de los medios de
comunicación social escritos. Algunos corresponsales llegan a mostrar hasta
indignación... De un tiempo a esta parte, los periódicos, en especial los diarios,
se complacen en publicar este tipo de cartas, incluso si los acusados de
desidia ortográfica son ellos mismos. Esto indica, creo, cuán en serio se toma
la ortografía por parte de los lectores y de los medios; estos parecen sentirse
espoleados por aquellos a escribir bien, al cumplimiento de las reglas
ortográficas de nuestra lengua. Se trata de algo saludable y digno de aplauso.
Sin embargo, las faltas de ortografía siguen apareciendo con igual intensidad
todos los días sin que, aparentemente, las admoniciones de los lectores ejerzan
influencia alguna sobre los medios. ¿A qué puede deberse este fenómeno?”
Mas adelante don José continúa diciendo
que “1. Las causas de las faltas ortográficas en la prensa: Con magnanimidad
venimos achacando tradicionalmente las faltas de ortografía a las prisas que
reinan en la prensa y, cuando no tenemos otra vía de escape, a los duendecillos
de la imprenta. Por lo que se refiere a las prisas, en parte es cierto, y esto
lo sabemos bien quienes nutrimos la fragua de la cultura escrita: sabemos que a
las dificultades de la composición del mensaje, a la búsqueda de la elegancia
expresiva, a la lima y corrección para conseguir un lenguaje claro y apropiado
hay que añadirles la recta grafía de todas y cada una de las palabras que
forman el texto. Y a veces la excesiva atención a uno de los dos aspectos
redunda en detrimento del otro... En cuanto a los duendecillos de la imprenta,
escrito está que no existen... Esos duendecillos se llaman Juan, Pedro, Andrés
o María, Clara, Pilar, que son personas y, por lo tanto, falibles”.Hay otras
causas de errores en la prensa; por ejemplo, los personalismos en el campo de
la ortografía. Puesto que nos regimos por las reglas instauradas por una
institución, la Real Academia Española, cuya autoridad reconocemos, cualquier
grafía que se aparte de sus normas constituye falta de ortografía. En el diario
de difusión nacional El País, admirable por tantos otros conceptos, tenemos un
caso clamoroso de este comportamiento: durante mucho tiempo, prácticamente
hasta 1990, mantuvo la grafía *jersei (en lugar de jersey), utilizada
esporádicamente incluso después de esa fecha por algunos de sus redactores.
Aunque uno de los defensores del lector de la publicación llegó a decir que se
trataba de una errata en su libro de estilo, sé de al menos dos personas que
enviaron cartas a dicho periódico indicando que se trataba de una grafía
errónea, pero no la rectificó”.
“Además, no es la única disgrafía
mantenida en este diario. También instauró un anglicismo ortográfico
consistente en utilizar en primera instancia las comillas inglesas ("
") en vez de las latinas (« »), que en los teclados de autoedición y
fotocomposición se consiguen con el mismo esfuerzo, y además componer los
incisos dentro de una cita mediante el procedimiento de cerrar las comillas y
volverlas a abrir después de la aclaración, a veces de forma antiestética;
ejemplo:” etc. etc.
Pues como decía otro: “serán las
arañas”, pero lo cierto es que el que esto escribe es el responsable del mismo
y por lo tanto pide públicamente perdón porque no escribió correctamente que
“Cancún en la realidad, cumple 38 años de su fundación mediante el Decreto
publicado el 10 de agosto de 1971” que es la edad legal de la fundación de
Cancún.
Autor: Raúl Espinosa Gamboa.
Cancún, Quintana Roo, México.