¡10 PESOS LE VALE, 10 PESOS LE CUESTA!
Este pregón es ya parte del ambiente de
las calles y del transporte público de la ciudad de México, particularmente del
Metro, sin importar la hora, aún en las horas pico, cuando los vagones van repletos
y las personas parecen sardinas enlatadas.
Pero... ¿Quiénes pregonan su mercancía?
La mayoría son personas ciegas, que han
hecho su modus vivendi de vender en el Sistema de Transporte Colectivo Metro,
generalmente discos piratas, aunque también venden dulces, bolígrafos, algún
material impreso; recitando el contenido de éste último de memoria con lujo de
detalles.
Los hay que deleitan a los pasajeros
cantando, haciendo uso te la tecnología, usando un aparato de sonido compacto
dotado de micrófono y apoyados en una pista pregrabada con el acompañamiento
instrumental, algunos de ellos con tanto talento que bien podrían formar parte
del elenco de cualquier espectáculo o escucharse en la radio; los hay
cantautores que se acompañan de guitarra.
Indudablemente se requieren muchas habilidades para el desempeño
de estas actividades, un dominio completo de las técnicas de orientación y
movilidad, un conocimiento a la perfección de las encrucijadas del metro, un
equilibrio a toda prueba, una destreza digna de admiración para reconocer los
billetes y las monedas, que últimamente han cambiado de forma y tamaño, una
agilidad mental para cobrar y dar cambio a clientes que generalmente van
deprisa.
Rehabilitadores, economistas,
sociólogos, moralistas o psicólogos podrán verter sus opiniones en contra, pero
hoy, aquí yo expreso un público reconocimiento a quienes en condiciones
desfavorables para ellos y haciendo gala de muchas habilidades optan por un
trabajo para el sostén de sus familias.
Bulmaro Landa Quezada.